Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos reclama que todas las explotaciones agrarias que se hayan visto obligadas a comprar abono para mantener la productividad tengan acceso a las ayudas para compensar el incremento de precios de la fertilización. Y ello sin discriminación alguna. Explica que “el actual real decreto ley de medidas para compensar las consecuencias económicas y sociales de la guerra en Ucrania destinadas al sector agrario deja fuera de las ayudas a todas las explotaciones que no son actualmente perceptoras de ayudas directas de la Política Agraria Común (PAC)“. Ello supone, apunta Unión de Uniones, que “se deja fuera a agricultores de frutas, hortalizas y, en algunas zonas, de viñedos“.
Estas ayudas son directas hasta un máximo de trescientas hectáreas. Son de veintidós euros por hectárea en el caso de superficies de secano y de cincuenta y cinco en regadío. Unión de Uniones recuerda que “los fertilizantes suponen un ocho por ciento de los factores de producción del sector agrario y su premio medio se ha visto incrementado un ochenta por ciento entre septiembre de 2021 y septiembre de 2022“.
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Aragón presenta el informe “Análisis de la ganadería extensiva”
Los consejeros de Agricultura y Presidencia del Gobierno de Aragón, Joaquín Olona y Mayte Pérez, se han desplazado a una explotación de ganado vacuno de raza pirenaica situada en Cedrillas (Teruel). Allí han dado datos incluidos en el informe “Análisis de la ganadería extensiva de Aragón”.
Los más destacables son los siguientes:
“El estudio determina que, de las 3.935 explotaciones de ganadería extensiva existentes en Aragón, el setenta por ciento se sitúan en zonas de montaña, fundamentalmente en las comarcas del Sobrarbe, Ribagorza y Jacetania. Estas explotaciones se caracterizan por tener un carácter netamente familiar, acreditando sus titulares una elevada profesionalidad (más del noventa por ciento de los ingresos de estas familias procede del sector agrario).
El informe pone de manifiesto que la renta de los ganaderos (diferencia entre ingresos y gastos) se sitúa en algo más de catorce mil euros al año. Y eso contando con que las ayudas medias que ya reciben este tipo de explotaciones alcanza en Aragón los treinta y dos mil euros al año. Más de la mitad de las ayudas públicas que reciben van directamente a cubrir los costes que no quedan resarcidos por la actividad ganadera. Esta diferencia se agrava todavía más en el caso de las explotaciones de ganadería extensiva situadas en zonas de montaña, donde, aun recibiendo una ayuda superior que alcanza los treinta y cinco mil euros al año, su renta final apenas supera los doce mil euros al año en determinados casos.
En cuanto a la edad de los ganaderos extensivos, sólo el diecinueve por ciento son menores de cuarenta años. Sin embargo, casi el setenta y tres por ciento de las explotaciones de titulares menores de cuarenta años se ubican en zonas de montaña.
Respecto a la evolución de censos, considerando la serie histórica (2013-2021), se constata un incremento en el caso de vacas nodrizas (diecisiete por ciento en la zona pirenaica, y sesenta y cinco por ciento en el resto de zonas de montaña). Sin embargo, en el caso de la ganadería de ovino, estas cifras son negativas, con una reducción del cinco por ciento en la zona pirenaica y del nueve por ciento en el resto de zonas de montaña”.