El ministro de Agricultura, Luis Planas, ha comparecido ante la Comisión de Agricultura del Congreso de los Diputados para explicar el proceso de negociación del plan estratégico nacional de la nueva Política Agraria Común (PAC). Este mes de septiembre está marcado por las reuniones técnicas relativas a los ecoesquemas, gran novedad de esta nueva PAC 2023-2027. La exposición del ministro sobre esta nueva PAC se resume así:
“En España se establecerá un pago a las primeras hectáreas, para tener en cuenta las pequeñas y medianas explotaciones que no se pueden beneficiar de las economías de escala. Asimismo, en la ayuda básica a la renta, se establecerá una reducción progresiva de las ayudas a partir de 60.000 euros, estableciéndose un límite de 200.000 euros, una vez realizados todos los descuentos admisibles.
Se incrementarán los fondos para favorecer el relevo generacional, el mayor presupuesto que haya dedicado la PAC a esta finalidad, el equivalente al 3 por ciento de las ayudas directas (145 millones de euros anuales). Junto a ello se introducirá por primera vez ayudas adicionales para las mujeres que sean titulares de explotaciones, medida para fomentar el protagonismo de éstas en las actividades vinculadas a la producción agrícola y ganadera.
La arquitectura medioambiental de la PAC, alineada en su nuevo diseño con las estrategias del Pacto Verde de la Unión Europea, va permitir el necesario salto en la sostenibilidad de la actividad agraria. La apuesta medioambiental no es una opción, sino una obligación, pero que no debemos ver como una imposición, sino como una gran oportunidad.
Sobre la figura más novedosa de la reforma de la PAC, los ecoesquemas, su diseño permitirá que todos los agricultores y ganaderos que lo deseen puedan acceder a algunas de las prácticas puestas a su disposición. Los ecoesquemas tendrán un presupuesto anual de 1.107 millones de euros y su propósito es fomentar una agricultura y ganadería rentable y sostenible, que proporcione beneficios medioambientales tangibles.
El diseño de ecoesquemas contempla prácticas sencillas de aplicar pero con una aportación medioambiental clara, y no será necesario acumularlas en una misma superficie, con lo que se evita que unos agricultores tengan ventajas sobre otros en función de las características de sus explotaciones.
Se incrementa en un 15 por ciento el presupuesto para las ayudas asociadas, que benefician a sectores más vulnerables con más dificultades para su rentabilidad, particularmente la ganadería extensiva y los cultivos proteicos”.
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Aragón presenta el informe “Análisis de la ganadería extensiva”
Los consejeros de Agricultura y Presidencia del Gobierno de Aragón, Joaquín Olona y Mayte Pérez, se han desplazado a una explotación de ganado vacuno de raza pirenaica situada en Cedrillas (Teruel). Allí han dado datos incluidos en el informe “Análisis de la ganadería extensiva de Aragón”.
Los más destacables son los siguientes:
“El estudio determina que, de las 3.935 explotaciones de ganadería extensiva existentes en Aragón, el setenta por ciento se sitúan en zonas de montaña, fundamentalmente en las comarcas del Sobrarbe, Ribagorza y Jacetania. Estas explotaciones se caracterizan por tener un carácter netamente familiar, acreditando sus titulares una elevada profesionalidad (más del noventa por ciento de los ingresos de estas familias procede del sector agrario).
El informe pone de manifiesto que la renta de los ganaderos (diferencia entre ingresos y gastos) se sitúa en algo más de catorce mil euros al año. Y eso contando con que las ayudas medias que ya reciben este tipo de explotaciones alcanza en Aragón los treinta y dos mil euros al año. Más de la mitad de las ayudas públicas que reciben van directamente a cubrir los costes que no quedan resarcidos por la actividad ganadera. Esta diferencia se agrava todavía más en el caso de las explotaciones de ganadería extensiva situadas en zonas de montaña, donde, aun recibiendo una ayuda superior que alcanza los treinta y cinco mil euros al año, su renta final apenas supera los doce mil euros al año en determinados casos.
En cuanto a la edad de los ganaderos extensivos, sólo el diecinueve por ciento son menores de cuarenta años. Sin embargo, casi el setenta y tres por ciento de las explotaciones de titulares menores de cuarenta años se ubican en zonas de montaña.
Respecto a la evolución de censos, considerando la serie histórica (2013-2021), se constata un incremento en el caso de vacas nodrizas (diecisiete por ciento en la zona pirenaica, y sesenta y cinco por ciento en el resto de zonas de montaña). Sin embargo, en el caso de la ganadería de ovino, estas cifras son negativas, con una reducción del cinco por ciento en la zona pirenaica y del nueve por ciento en el resto de zonas de montaña”.