Ángel Samper, como secretario general de ASAJA Aragón, firma el editorial del mes de agosto de esta organización profesional agraria. Lleva por título “AGRICAragón: AGRICultura”, en referencia a la presentación en fechas recientes de la plataforma AGRICA, que aglutina a agricultores, ganaderos, regantes, industrias y cooperativas de Aragón.
El artículo de opinión dice así:
“Hace apenas un mes se presentó ante los medios de comunicación la mayor plataforma económica en Aragón: AGRICAragón (Agricultores, Ganaderos, Regantes, Industrias y Cooperativas de Aragón). En dicho acto explicamos el porqué de su creación y su importancia.
Creemos que la única senda para defender nuestros intereses es la unión de quienes sufrimos las consecuencias del abandono, principalmente por ignorancia, de nuestro medio rural.
AGRICAragón nace con espíritu positivo, con vocación y voluntad firme de denunciar, abordar y corregir conjuntamente los desórdenes que, en cada una de las cuestiones, nos afectan a todos y cada uno de los agricultores, ganaderos, cooperativistas, regantes, organizaciones y empresas agroalimentarias. Nace con voluntad de servicio.
No tiene voluntad política, pero sí aborda las cuestiones que nos ocupan, sean económicas, tecnológicas, culturales y sociológicas, trasladando desde el conocimiento la verdadera realidad que padecemos. Es muy doloroso que piensen, opinen y decidan por nosotros quienes no nos conocen.
La palabra Agricultura proviene del latín ager, agri (campo de cultivo); y cultura, derivada del verbo colere (cultivar, habitar).
Existen dos factores que condicionan el cultivo o la crianza en el campo. El primero es de orden natural y el segundo de orden humano.
Estamos acostumbrados a asumir en el orden natural todos los desórdenes a los que la naturaleza nos tiene acostumbrados, pero no podemos sucumbir ni someternos a los desórdenes humanos.
En cuanto al primero, el orden natural, existen tres variables: El clima, el suelo y los factores biológicos y geológicos.
Los episodios naturales hacen del agricultor un observador impenitente que a través de la contemplación y la aceptación de lo que le sobreviene por la propia naturaleza va haciéndose sencillo, humilde y sabio.
El agricultor, lejos de lo que dicen, no es conservador sino un gran conversador con la madre naturaleza, quien le aconseja que guarde cuando es generosa, pues los tiempos de abundancia y carestía se alternan, y le enseña una de las principales virtudes: La prudencia.
Y es ésta la que nos dicta uno de los principios básicos de la economía: Guardar cuando se puede, e invertir cuando se debe.
Así pues, con respecto al ejercicio de la agricultura no deberían extrañarnos las palabras de Cicerón: La agricultura es la profesión propia del sabio, la más adecuada al sencillo y la ocupación más digna para todo hombre libre.
La libertad no se compra ni se vende; se cultiva y se recoge en el orden natural; y debería cultivarse y recogerse también en el orden humano. Debería… si respondiese a los principios del orden y no del desorden.
El orden humano contiene factores políticos, sociológicos, económicos, culturales y tecnológicos.
Sin embargo, el desorden humano extiende la derivación y la entelequia de estos mismos factores.
A modo de ejemplo: El desorden rompe los principios básicos de la economía, provocando que nos endeudemos con lo que tenemos, y lo que es peor con lo que no tenemos.
El nacimiento de AGRICAragón se ha debido a nuestro hartazgo ante el incumplimiento sistemático de los compromisos presupuestarios.
Hemos comunicado por activa y por pasiva, a todos y cada uno de los grupos parlamentarios, la gravedad de la situación: Sin cuentas sólo hay cuentos.
Todos han reconocido el problema y nos dan la razón, pero nada se ha hecho, de manera que el problema cada día es más grave. Nos oyen, pero no nos atienden. Esperemos que ante la mayor plataforma económica de Aragón actúen de otra manera.
AGRICAragón merece un respeto, pero no sólo por su importante peso económico en nuestra comunidad autónoma, sino por su verdadero activo: El humano. Por delante de las cifras están las personas.
Nuestros agricultores, ganaderos, industrias agroalimentarias, regantes y cooperativistas así lo han entendido siempre, anteponiendo sus raíces y sus sueños al rédito económico, manteniendo el territorio con su esfuerzo continuado.
Con un tono cálido y amable, desde hace tiempo oímos hablar del abandono y los problemas del medio rural desde el plano político, los medios de comunicación y la sociedad en general. Necesitamos que esa comprensión y amabilidad se traduzca en hechos.
Desde el conocimiento de la realidad y con espíritu amigable y positivo recorreremos a menudo el camino de la interrelación con la administración pública, los políticos y la sociedad para limpiar de espinas y malas hierbas el abandono a que viene siendo sometido el medio rural.
Dice un viejo proverbio: Si tienes un amigo visítalo con frecuencia, pues las espinas y malas hierbas invaden el camino por donde nadie pasa.
Todo el mundo nos quiere y habla constantemente del medio rural pero nadie hace nada al respecto.
Queremos que las administraciones públicas y los políticos recorran ese camino con el mismo espíritu que nosotros. Es un camino de ida y vuelta y nos gustaría que se recorriese, y que se recorriese así. No por la obligación de lo que AGRICAragón representa en números.
Desde estas líneas quiero agradecer a todos y cada uno de los representantes de las organizaciones que integran AGRICAragón su sensibilidad y apuesta por el bien común.
No tengo ninguna duda que son las personas las que hacen posible los grandes proyectos como éste, que nacen con decisión y vocación de servicio.
Espero y deseo que la alegría por los éxitos de AGRICAragón en la defensa de nuestros intereses sustituya la frustración e impotencia que hemos sufrido demasiado tiempo.
Estoy seguro de que con esta unidad de acción, que sin duda es la mejor forma de sembrar, llegará una fructífera cosecha”.
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Las organizaciones y cooperativas agrarias denuncian la desprotección que generan las nuevas condiciones del seguro agrario
Las organizaciones profesionales agrarias (ARAGA, ASAJA, UAGA-COAG y UPA) y Cooperativas Agro-alimentarias de Aragón denuncian “la situación de desasistencia que se genera con las condiciones de contratación presentadas recientemente por Agroseguro; los cambios introducidos hacen que muchos profesionales del campo se encuentren ante una coyuntura complicada”.
Las organizaciones y cooperativas agrarias subrayan que, “si la situación ya era precaria, los requisitos establecidos para 2025 dificultan aún más la contratación, ocasionando que muchos agricultores, especialmente los fruticultores, deban endeudarse más para poder acceder a esta protección”.
Indican que “el aumento de los costes de las primas y la disminución de las ayudas convierten a los seguros agrarios en algo inaccesible”. Dicen: “Por un lado, la entidad estatal ENESA ha mermado el porcentaje auxiliado y, por otro, el Gobierno de Aragón todavía no ha firmado el convenio de colaboración con Agroseguro, dejando parte de la asistencia en el aire a escasos días del cierre de la contratación de la línea de frutales”.