La idea de crear un Parque Nacional de las Estepas de Los Monegros sigue sumando posturas en contra. En esta ocasión es AGRICAragón quien se pronuncia al respecto. Es el lobby agroalimentario formado por ASAJA, ARAGA y UPA; Federación de Regantes de la Cuenca del Ebro (FEREBRO); Cooperativas Agro-alimentarias; y Asociación de Industrias de la Alimentación de Aragón.
Este lobby se suma en su postura contraria al Parque Nacional de Los Monegros a la ya expresada por la Confederación de Empresarios de Aragón y a las reticencias mostradas por UAGA-COAG.
AGRICAragón argumenta que “no se ha tenido en cuenta al territorio ni a sus habitantes, los cuales verían seriamente limitadas sus actividades económicas y posibilidades de desarrollo”.
Esta asociación considera que “la figura de parque nacional supondría un duro varapalo para el desarrollo de iniciativas agroalimentarias en el territorio, partiendo de que en la propuesta se cita como principal amenaza el proyecto de puesta en regadío de la zona”.
Indica que “la propia actividad agraria se vería imposibilitada por la prohibición en el uso de fertilizantes y fitosanitarios, o la imposibilidad de realizar concentraciones parcelarias, haciendo inviable la práctica de una agricultura innovadora y tecnológica”.
AGRICAragón añade que “no sólo la actividad del sector primario se vería seriamente afectada sino que vías de comunicación, redes energéticas, aprovechamientos hidroeléctricos y otras infraestructuras verían impedida su construcción”.
La propuesta de crear el Parque Nacional de las Estepas de Los Monegros fue presentada recientemente por SEO/BirdLife y abarca terrenos de los términos municipales de Alfajarín, Villafranca de Ebro, Pina de Ebro, Monegrillo, Farlete, Perdiguera, Alcubierre y Lanaja. La propuesta habla de un territorio a caballo entre las provincias de Zaragoza y Huesca.
Este lobby agroalimentario aragonés (AGRICAragón) recuerda que “la zona ya cuenta con elementos de protección incluidos en la Red Natura 2000, que supusieron en su momento una drástica reducción en la superficie prevista para la transformación en regadío”.
Concluye mostrando su “firme oposición a la propuesta de SEO/BirdLife, por suponer una afección directa a las posibilidades de desarrollo de los habitantes del territorio, con una clara limitación en las actividades económicas presentes y un impedimento para actividades económicas futuras, que permitan el mantenimiento de la población y la llegada de nuevos habitantes”.
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Es una de las frases del II Congreso Ibérico del Maíz, que tuvo lugar en Barbastro (Huesca) los días 23 y 24 de marzo. Estuvo organizado por la Asociación General de Productores de Maíz de España (AGPME) y la Asociación Nacional de Productores de Maíz y Sorgo de Portugal (ANPROMIS). Contó con la asistencia de unas seiscientas personas. El gran mensaje transmitido durante el Congreso fue “el de la fortaleza del sector del maíz”.
José Luis Romeo, presidente de la AGPME, habla de ir juntos España y Portugal, dado que “tenemos los mismos objetivos, los mismos intereses y un producto muy valioso; seguiremos trabajando juntos por la fuerza de este sector”.
Ángel Samper, secretario general de ASAJA Aragón, se mostraba desesperanzado con la situación actual de la agricultura y ganadería debido a la Política Agraria Común (PAC). Y se mostraba muy crítico con la palabra sostenibilidad: “Tenemos que desterrar la palabra sostenibilidad, porque la hemos mancillado; es necesario sustituirla por la palabra eficiencia medioambiental, social y económica”.
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El presidente de ASAJA Nacional, Pedro Barato, manifestaba su desconfianza en la globalización, porque ya no cree en ella, y su descontento con las políticas agrarias, ya que “una política agraria en la que hay restricciones y no se dan soluciones es terrible”.