Rescatar e incentivar el cultivo de la avena, cebada pelada, triticale, alforfón, habas y altramuz es el reto del proyecto CROPDIVA, un consorcio científico coordinado por la Universidad de Gante (Bélgica) y en el que participa el IRTA de Cataluña. Se les denomina cultivos huérfanos, aludiendo a “una presencia cada vez más marginal tanto en el campo como en los supermercados, en los que predominan cereales como el trigo, arroz y maíz”. Desde el IRTA se indica que “la avena, cebada pelada, triticale, alforfón, habas y altramuz son cultivos herbáceos con interesantes rasgos agronómicos y alimentarios”.
Marta da Silva, jefa del programa de cultivos extensivos sostenibles del IRTA, explica que “CROPDIVA quiere reinsertar los seis cultivos en el circuito productivo con dos objetivos estratégicos: mejorar la agrobiodiversidad y crear nuevas cadenas de valor local”.
Se quiere avanzar en el conocimiento de estos cultivos con ensayos de campo hechos en múltiples zonas agroclimáticas. A partir de los diferentes experimentos y con la ayuda de modelos matemáticos y estadísticos, se identificarán los rasgos y las variedades más interesantes para los productores. Un ejemplo es “el estudio de la asociación (intercropping) de triticale con guisantes y con habas, un modelo en el que la leguminosa puede actuar como fertilizante natural para el cereal gracias a que ésta capta el nitrógeno del aire”.
El proyecto también se dedicará a dotar de valor comercial a los seis cultivos. Será a partir del desarrollo de “productos innovadores, seguros y saludables: panes sin gluten, análogos cárnicos, bebidas vegetales en polvo o pastas serán algunas de las salidas alimentarias”.
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Los regantes de Bardenas inician la campaña “con cautela, por las bajas reservas de nieve y por no contar con Yesa recrecido”
El sistema de riego del canal de Bardenas inicia la campaña de este año “con cautela, debido a las bajas reservas de nieve y a que no se puede contar todavía con el embalse de Yesa recrecido”. La campaña de riego da comienzo este lunes, 17 de marzo de 2025.
Las reservas actuales permiten una dotación de riego de unos cuatro mil metros cúbicos por hectárea, también lejos de los nueve mil metros cúbicos, cifra que se considera la adecuada para unos regadíos consolidados.
“No hay cupos en el inicio de la campaña de riego y la reserva hídrica es del noventa y tres por ciento”; sin embargo, se apunta desde el canal de Bardenas, “la nieve de la cuenca del río Aragón suma sesenta y dos hectómetros cúbicos, lejos del promedio de los últimos cinco años, situado en ciento sesenta hectómetros cúbicos”.
Los regantes del canal de Bardenas señalan que, “mientras no se apruebe el proyecto modificado número cuatro para el recrecimiento del embalse de Yesa y no se finalicen las obras de regulación, la campaña de riego dependerá del tiempo y de la evolución de la nieve”.