Se han recogido en la Denominación de Origen Somontano los últimos racimos de la uva tinta moristel. Se da así por finalizada la vendimia de este año 2023, en la que se han recogido más de diecinueve millones de kilos de uva. Es un millón menos de lo calculado en las previsiones previas al inicio de la campaña pero un diez por ciento más de los más de diecisiete millones de kilos que viticultores y bodegas vendimiaron en 2022.
Por variedades, los más de diecinueve millones de kilos de uva se reparten entre un treinta y nueve por ciento de variedades blancas y un sesenta y uno por ciento tintas. Del total y de las blancas, la chardonnay manda en el ranking con cuatro millones y medio de kilos de uva vendimiados.
El rendimiento medio de las parcelas de viñedo ha sido de casi cinco mil quinientos kilos de uva por hectárea, cifra superior en un doce por ciento a la de la vendimia de 2022, que fue de casi cuatro mil novecientos kilos.
La Denominación de Origen Somontano hace el siguiente balance de la vendimia de este año 2023:
“Aunque el inicio y la finalización de la vendimia se ha desarrollado en las fechas habituales de la denominación de origen, el grueso de la campaña se concentró entre mediados de agosto y mediados de septiembre, debido al intenso calor que provocó que las uvas maduraran más rápido y a la vez, llegando a entrar en algunas bodegas entre doscientos mil y trescientos mil kilos de uva diarios.
Destacable de esta vendimia es, un año más, el buen estado sanitario de la uva y el hecho de que no haya habido incidencias climatológicas que hubieran podido dañar las viñas y sus frutos, lo que permite vaticinar una gran añada de vinos Somontano blancos, rosados y tintos.
El año climatológico se ha caracterizado por un invierno y un inicio de la primavera en los que, prácticamente, se han registrado nulas precipitaciones. A finales de mayo y, sobre todo, en junio llegaron las esperadas lluvias, justo a tiempo para continuar con el buen cuajado y desarrollo de la vid. Lluvias que prácticamente ya no se volvieron a registrar lo que, unido a las altas temperaturas, provocó que los viñedos de secano dieran menos producción pero de calidad”.
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