La iniciativa Vignerons de Huesca ha elaborado su carta de vinos 2020. Son 32 vinos Vignerons de Huesca y dos correspondientes a los Master of Wine Fernando Mora y Norrel Robertson. El panel de cata se ha desarrollado durante dos días en Aínsa (Huesca), estando formado por 26 expertos vinícolas.
El sello Vignerons de Huesca está formado por seis bodegas altoaragonesas: Edra (Ayerbe), Familia Estrada Palacio (Bespén), Clavería Barrabés (La Almunia de San Juan), Sers (Cofita), Alodia (Adahuesca) y El Vino del Desierto (Lanaja).
La bodega de Norrel Robertson, El escocés volante, ha sido la invitada de este año. El Master of Wine afincado en Calatayud presentaba ante el panel dos de sus vinos: Mondongo y Manga del brujo. Ha sido seleccionado Manga del brujo 2017.
Fernando Mora, cuya bodega Frontonio fue la invitada en la edición anterior, también ha formado parte del panel de cata este año y la organización ha decidido “por su pasión, compromiso y cariño con el proyecto Vignerons de Huesca” que en la carta 2020 también haya uno de sus vinos: Telescópico garnacha peluda 2017.
Como novedad en esta edición se ha hecho una preselección de cuatro vinos de cuatro bodegas aragonesas, con filosofía vigneron, de cuya votación ha salido la invitada de 2021: Bodega Augusta Bílbilis, de José Antonio Ibarra, con su vino Samitier Syrah.
La carta 2020, con los 34 vinos seleccionados, se puede encontrar en 60 establecimientos (10 tiendas gourmet y 50 restaurantes) de la provincia de Huesca a lo largo de este año.
Otras noticias
Aragón presenta el informe “Análisis de la ganadería extensiva”
Los consejeros de Agricultura y Presidencia del Gobierno de Aragón, Joaquín Olona y Mayte Pérez, se han desplazado a una explotación de ganado vacuno de raza pirenaica situada en Cedrillas (Teruel). Allí han dado datos incluidos en el informe “Análisis de la ganadería extensiva de Aragón”.
Los más destacables son los siguientes:
“El estudio determina que, de las 3.935 explotaciones de ganadería extensiva existentes en Aragón, el setenta por ciento se sitúan en zonas de montaña, fundamentalmente en las comarcas del Sobrarbe, Ribagorza y Jacetania. Estas explotaciones se caracterizan por tener un carácter netamente familiar, acreditando sus titulares una elevada profesionalidad (más del noventa por ciento de los ingresos de estas familias procede del sector agrario).
El informe pone de manifiesto que la renta de los ganaderos (diferencia entre ingresos y gastos) se sitúa en algo más de catorce mil euros al año. Y eso contando con que las ayudas medias que ya reciben este tipo de explotaciones alcanza en Aragón los treinta y dos mil euros al año. Más de la mitad de las ayudas públicas que reciben van directamente a cubrir los costes que no quedan resarcidos por la actividad ganadera. Esta diferencia se agrava todavía más en el caso de las explotaciones de ganadería extensiva situadas en zonas de montaña, donde, aun recibiendo una ayuda superior que alcanza los treinta y cinco mil euros al año, su renta final apenas supera los doce mil euros al año en determinados casos.
En cuanto a la edad de los ganaderos extensivos, sólo el diecinueve por ciento son menores de cuarenta años. Sin embargo, casi el setenta y tres por ciento de las explotaciones de titulares menores de cuarenta años se ubican en zonas de montaña.
Respecto a la evolución de censos, considerando la serie histórica (2013-2021), se constata un incremento en el caso de vacas nodrizas (diecisiete por ciento en la zona pirenaica, y sesenta y cinco por ciento en el resto de zonas de montaña). Sin embargo, en el caso de la ganadería de ovino, estas cifras son negativas, con una reducción del cinco por ciento en la zona pirenaica y del nueve por ciento en el resto de zonas de montaña”.