Calatorao (Zaragoza) ha acogido el acto de colocación de la primera piedra de una planta fotovoltaica de 50 megavatios. Este proyecto es el resultado del acuerdo alcanzado entre LEVITEC Sistemas y la compañía de energías renovables PFP II. La inversión estimada del proyecto es de 40 millones de euros.
La instalación va a ocupar una extensión aproximada de 100 hectáreas y producirá el suministro eléctrico equivalente al consumo anual de 27.500 hogares, con un ahorro de emisiones a la atmósfera de más de 34 toneladas de CO2 al año.
Las obras se prolongarán durante 15 meses, y generarán más de 150 empleos especializados del sector eléctrico, mecánico, obra civil y tecnológico, entre otros.
La instalación se compone de 91.644 paneles de tecnología monofacial, de una potencia media de 540 vatios, que se conectarán a 13 inversores de 3.500 vatios, con 7 skid de media tensión.
Respecto a la configuración de la estructura, tendrá 1.054 trackers con 87 módulos por seguidor, con 3.160 strings de 29 módulos, y 13.694 pole pitches de 5 metros.
El proyecto va a contar con la participación de proveedores del sector de energía fotovoltaica como GCL en el suministro de módulos de generación, Nextracker en el caso de los seguidores y Power Electronics como fabricante de los inversores.
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La organización del II Congreso Ibérico del Maíz hace balance: “España y Portugal, de la mano, están preparadas para competir en un mercado global”
Es una de las frases del II Congreso Ibérico del Maíz, que tuvo lugar en Barbastro (Huesca) los días 23 y 24 de marzo. Estuvo organizado por la Asociación General de Productores de Maíz de España (AGPME) y la Asociación Nacional de Productores de Maíz y Sorgo de Portugal (ANPROMIS). Contó con la asistencia de unas seiscientas personas. El gran mensaje transmitido durante el Congreso fue “el de la fortaleza del sector del maíz”.
José Luis Romeo, presidente de la AGPME, habla de ir juntos España y Portugal, dado que “tenemos los mismos objetivos, los mismos intereses y un producto muy valioso; seguiremos trabajando juntos por la fuerza de este sector”.
Ángel Samper, secretario general de ASAJA Aragón, se mostraba desesperanzado con la situación actual de la agricultura y ganadería debido a la Política Agraria Común (PAC). Y se mostraba muy crítico con la palabra sostenibilidad: “Tenemos que desterrar la palabra sostenibilidad, porque la hemos mancillado; es necesario sustituirla por la palabra eficiencia medioambiental, social y económica”.
José Antonio López Guerrero, catedrático de Microbiología de la UAM, abordaba el tema “Biotecnología para alimentar al mundo”. En su ponencia destacaba “los beneficios de la biotecnología aplicada al sector agroalimentario: rendimiento más alto de las producciones en menos terreno, mayores ingresos para el agricultor, mejora de la calidad, menor riesgo de pérdida de rendimiento y mejora en la conservación del suelo, entre otros”.
Javier Folch, director de AGPME y Asaja Aragón, era rotundo al decir que “no sabemos comunicar; aún tenemos que avanzar en comunicación y poner en valor todo lo positivo que generamos y todas nuestras bondades”.
El presidente de ASAJA Nacional, Pedro Barato, manifestaba su desconfianza en la globalización, porque ya no cree en ella, y su descontento con las políticas agrarias, ya que “una política agraria en la que hay restricciones y no se dan soluciones es terrible”.