La entrevista en The Guardian al ministro de Consumo, Alberto Garzón, sobre la ganadería española y la polémica que se ha desatado en torno a las macrogranjas han llevado a UAGA a pronunciarse sobre el tema. Esta organización profesional agraria pide que se diferencie entre ganadería intensiva y macrogranjas. UAGA está a favor del primer modelo y en contra de éstas últimas. Destaca “el importante papel de las explotaciones de porcino y de vacuno de cebo para fijar población en el medio rural, unas explotaciones que cumplen escrupulosamente los altos estándares de calidad ambiental y de seguridad alimentaria que marca la Unión Europea”.
UAGA recuerda que en la citada entrevista “Alberto Garzón sólo nombraba el extensivo y las macrogranjas, como si no existiera la ganadería intensiva, un modelo que nada tiene que ver con lo que se puede entender por macrogranja; en los últimos años se oye hablar de proyectos con cifras descomunales, como la explotación que se quiere instalar en Noviercas (Soria)”.
Desde UAGA se advierte que “se está generando confusión y un mensaje erróneo entre la ciudadanía”, y se explica que “el manejo de los animales criados para consumo se puede realizar de forma extensiva (sin necesidad de estabulación) o de forma intensiva (dentro de una granja); en el segundo caso se encuentra la producción de cerdo, ternera, pollo y conejo”. Añade que “el porcino es un sector fuertemente regulado, en el que está fijado el número máximo de cabezas (en Aragón el tope permitido son 7.200 cerdos y 3.500 madres por granja); en el sector vacuno no está fijado el máximo”.
UAGA concluye que siempre ha defendido “el modelo social de agricultura, que incluye la ganadería intensiva ejercida por una persona o una familia que reside en un pueblo, que vive directamente de esa actividad (porcino, vacuno, avicultura o cunicultura); la puesta en marcha de una granja de porcino o de un cebadero de terneros supone una oportunidad laboral para muchos jóvenes que quieren quedarse a vivir en su pueblo pero que no disponen de suficiente superficie agrícola para subsistir como productor de cereal o como fruticultor, o porque son zonas de secano donde no hay muchas opciones de cultivo”.
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El CIHEAM Zaragoza ha acogido un simposio internacional sobre el futuro de la cooperación agroalimentaria en un contexto de crisis geopolítica
El Centro Internacional de Altos Estudios Agronómicos Mediterráneos en España (CIHEAM Zaragoza) ha acogido los días 11 y 12 de noviembre de 2025 el simposio “Nuevos modelos de cooperación agroalimentaria para el desarrollo en un contexto de crisis geopolítica”.
Ha reunido a expertos de dieciséis países y ha contado con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), enmarcándose en el Día del Mediterráneo, que se conmemora el 28 de noviembre.
El director del CIHEAM Zaragoza, Raúl Compés, ha señalado que “el simposio se ha celebrado en un momento de cambio de paradigma en las relaciones internacionales; con menos recursos financieros disponibles, debemos adaptar nuestros programas de cooperación agroalimentaria para que sean más eficientes, integrados y de mayor impacto”.
Teodoro Miano, secretario general del CIHEAM, ha incidido en que “la cooperación para el desarrollo agroalimentario necesita nuevas orientaciones y una reconsideración profunda e innovadora”, y ha recordado que “la cooperación internacional se fundamenta en la responsabilidad global compartida, con el fin de garantizar la estabilidad, la prosperidad y los derechos humanos”.
Francisco Joaquín Gaztelu, de la Comisión Europea, ha puesto el foco en “el Pacto por el Mediterráneo como estrategia para fortalecer la cooperación de la Unión Europea con sus socios del sur del Mediterráneo: la agricultura y la alimentación son esenciales para el Espacio Común Mediterráneo, ya que constituyen patrimonio cultural, motores de turismo e instrumentos de crecimiento económico”.
Joan Borrell, de la Unión por el Mediterráneo, ha resaltado que “construir sistemas alimentarios sostenibles en el Mediterráneo requiere alianzas, conocimiento y confianza; a través de la plataforma SFS-Med, que lideramos junto a FAO, CIHEAM y PRIMA, la Unión por el Mediterráneo conecta gobiernos, universidades y centros de investigación para transformar las ideas en acción”.













