Irene Gracia, máxima responsable de Slow Food Huesca, ha sido la encargada de recibir este galardón que concede la Diputación Provincial de Huesca (DPH). Este año la gala de entrega de premios se ha tenido que adaptar a las circunstancias sanitarias de la pandemia de la COVID-19, y se ha transmitido en directo a través del canal de YouTube de la Diputación.
Irene Gracia, respecto al Félix de Azara, ha dicho que “este galardón nos ratifica en que el trabajo que hacemos merece la pena, y nos anima y empuja a trabajar en ello, sobre todo con esta pandemia, que está contribuyendo también a reforzar el arraigo a la alimentación sana y con productos de nuestra tierra”.
Miguel Gracia, presidente de la Diputación de Huesca, ha indicado que “en este año, en el contexto de la pandemia, hemos visto el trabajo que Slow Food está haciendo en materia de alimentación de Kilómetro Cero, generando una red de la que forman parte agricultores, ganaderos, comercializadores, agroindustria y restauradores, primándose los productos de calidad y de proximidad”.
También ha hecho alusión al momento actual: “Hay cada vez mayor necesidad de saber de dónde vienen los alimentos, cómo se producen, en qué contexto y cómo llegan hasta nuestra mesa; es un fenómeno que ya se había iniciado antes de la pandemia y que el confinamiento ha acelerado”.
Ha reconocido las dificultades que tienen en su día a día eslabones fundamentales de la cadena alimentaria, “como la ganadería extensiva, cuando paralelamente, desde la lejanía, se generan leyes y normativas de difícil convivencia con estos modelos productivos”.
Miguel Gracia ha concluido que “cualquier avance (en todo aquello que afecte al territorio, a sus gentes, a su modelo de vida, a su cultura,…) debe ser consultado, compartido y consensuado con ellos, que en definitiva, son los verdaderos cuidadores de esos paisajes, de esos modelos de vida y de esa cultura, fruto de ese trabajo, tradición y esfuerzo”.
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