La campaña olivarera y de producción de aceite de oliva en España ofrece expectativas halagüeñas, con un consumo nacional y un volumen de exportaciones de récord. Europa prevé un crecimiento de un 5 por ciento en el consumo mundial de aceite de oliva. Y la nueva Política Agraria Común (PAC) podría tener un programa específico de apoyo al olivar tradicional español.
La previsión de consumo de aceite de oliva en España se sitúa en torno a las 550.000 toneladas. Las exportaciones se irán por encima de 1,1 millones de toneladas. Ambas cifras constituyen un nuevo récord.
La Comisión Europea prevé un crecimiento de un 5 por ciento anual en el consumo mundial de aceite de oliva (periodo 2020-2030). El ministro español de Agricultura, Luis Planas, indica que este producto sólo representa el 3 por ciento del consumo mundial de grasas vegetales, por lo que “las oportunidades del sector son inmensas”.
En cuanto a Estados Unidos, en la campaña 2019-2020 se alcanzó un récord de exportación, con 150.000 toneladas. El incremento respecto a la campaña anterior fue del 16 por ciento, a pesar de los aranceles estadounidenses. El mercado de Estados Unidos supone de media un 10 por ciento del volumen de las exportaciones españolas de aceite de oliva.
Luis Planas anuncia que va a proponer a las comunidades autónomas desarrollar, en el marco de la próxima PAC, un programa específico para el olivar tradicional, con el objetivo de mejorar su competitividad.
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Aragón presenta el informe “Análisis de la ganadería extensiva”
Los consejeros de Agricultura y Presidencia del Gobierno de Aragón, Joaquín Olona y Mayte Pérez, se han desplazado a una explotación de ganado vacuno de raza pirenaica situada en Cedrillas (Teruel). Allí han dado datos incluidos en el informe “Análisis de la ganadería extensiva de Aragón”.
Los más destacables son los siguientes:
“El estudio determina que, de las 3.935 explotaciones de ganadería extensiva existentes en Aragón, el setenta por ciento se sitúan en zonas de montaña, fundamentalmente en las comarcas del Sobrarbe, Ribagorza y Jacetania. Estas explotaciones se caracterizan por tener un carácter netamente familiar, acreditando sus titulares una elevada profesionalidad (más del noventa por ciento de los ingresos de estas familias procede del sector agrario).
El informe pone de manifiesto que la renta de los ganaderos (diferencia entre ingresos y gastos) se sitúa en algo más de catorce mil euros al año. Y eso contando con que las ayudas medias que ya reciben este tipo de explotaciones alcanza en Aragón los treinta y dos mil euros al año. Más de la mitad de las ayudas públicas que reciben van directamente a cubrir los costes que no quedan resarcidos por la actividad ganadera. Esta diferencia se agrava todavía más en el caso de las explotaciones de ganadería extensiva situadas en zonas de montaña, donde, aun recibiendo una ayuda superior que alcanza los treinta y cinco mil euros al año, su renta final apenas supera los doce mil euros al año en determinados casos.
En cuanto a la edad de los ganaderos extensivos, sólo el diecinueve por ciento son menores de cuarenta años. Sin embargo, casi el setenta y tres por ciento de las explotaciones de titulares menores de cuarenta años se ubican en zonas de montaña.
Respecto a la evolución de censos, considerando la serie histórica (2013-2021), se constata un incremento en el caso de vacas nodrizas (diecisiete por ciento en la zona pirenaica, y sesenta y cinco por ciento en el resto de zonas de montaña). Sin embargo, en el caso de la ganadería de ovino, estas cifras son negativas, con una reducción del cinco por ciento en la zona pirenaica y del nueve por ciento en el resto de zonas de montaña”.