El salón de actos de la Diputación Provincial de Huesca acogió el 6 de octubre la decimoprimera jornada del Instituto de Estudios Altoaragoneses sobre conservación y rehabilitación de suelos. Este evento sirvió para “analizar los efectos de las quemas y desbroces de matorral como herramientas para la recuperación de pastos y otros servicios ecosistémicos en montaña (conservación de suelos y agua, incremento de la biodiversidad y generación de un paisaje en mosaico, más resiliente frente a los grandes incendios forestales)”.
Esta jornada contó con la coordinación de David Badía, catedrático de edafología, y con el patrocinio del Instituto de Estudios Altoaragoneses y de la Sociedad Española de la Ciencia del Suelo (Delegación en Aragón). Hubo tres ponencias:
– Rosa María Canals (UPN) expuso las consecuencias de la interacción fuego-herbívoro en el estado ecológico y de conservación de los pastos pirenaicos navarros, a través de diferentes resultados de experiencias derivadas del uso del fuego y el pastoreo en el Pirineo navarro.
– Domingo Molina (UdL) habló de la utilidad de las quemas prescritas de matorral como herramienta para la protección de ecosistemas y la conservación de suelos y agua.
– Teodoro Lasanta (IPE) mostró la utilidad del desbroce mecánico de matorral para recuperar pastos y otros servicios ecosistémicos en la montaña riojana.
Este ciclo de jornadas se celebra desde el año 2001, tratándose temas como el manejo de residuos en suelos agrícolas; la rehabilitación de Tecnosols en espacios afectados por minería a cielo abierto y por canteras; el saneamiento de suelos contaminados; la estabilización de los taludes de infraestructuras viarias, y la protección y mejora de suelos degradados mediante cubiertas; y la aplicación de la teledetección y de otras tecnologías de la información geográfica al ámbito agrario y forestal.
Otras noticias
Los daños por las tormentas de septiembre podrían alcanzar el millón y medio de euros en el municipio turolense de Báguena
Los municipios de las comarcas del Jiloca, Campo de Daroca y Calatayud sufrieron en septiembre lluvias torrenciales, que causaron cuantiosos daños. Se pone el ejemplo del municipio turolense de Báguena, con precipitaciones que superaron los cuatrocientos litros por metro cuadrado. Los daños estimados se cifran en “seiscientos mil euros, si bien el montante global podría alcanzar el millón y medio de euros, al considerar pérdidas colaterales”.
Los agricultores y ganaderos de Báguena, en colaboración con las organizaciones agrarias ASAJA, UAGA-COAG y UPA, están evaluando el impacto en sus cultivos y explotaciones.
Realizan el siguiente análisis de la situación:
“Las cosechas de viña y alfalfa han sufrido pérdidas significativas. Además, muchas instalaciones ganaderas han quedado anegadas, obligando a los productores a buscar urgentemente nuevos refugios para sus animales. La incertidumbre sobre la recuperación de los cultivos y la viabilidad de sus explotaciones es palpable. El estado de los caminos de acceso a las fincas es igualmente preocupante, con una acumulación de grava y lodo que dificulta el tránsito. Muchos campos podrían resultar improductivos durante la campaña agrícola de 2025 debido a la imposibilidad de realizar labores agrícolas”.
Y hacen la siguiente solicitud:
“Ante esta grave situación, hemos hecho un llamado urgente a las autoridades, solicitando la intervención del Departamento de Agricultura del Gobierno de Aragón y de la Confederación Hidrográfica del Ebro para llevar a cabo la limpieza de cauces y ramblas, muchas de las cuales están obstruidas por los restos del incendio de 2022 y el material arrastrado por las recientes lluvias; sin una pronta intervención, tememos que futuras tormentas causen daños aún mayores”.