Lo han hecho en el transcurso de sendas videoconferencias con miembros destacados de este sector. El rey Felipe VI, acompañado de la reina Letizia, se han entrevistado con directivos de la Corporación Alimentaria Peñasanta, Central Lechera Asturiana y el Grupo Anecoop. Los reyes han valorado el carácter esencial del sector agroalimentario y su capacidad para hacer frente a situaciones complejas.
CORPORACIÓN ALIMENTARIA PEÑASANTA Y CENTRA LECHERA ASTURIANA
Uno de los directivos de estas firmas, José Armando Tellado, es el presidente de la Federación Nacional de Industrias Lácteas. Considera que “la industria agroalimentaria puede ser una palanca sobre la que cimentar el relanzamiento económico de España”.
GRUPO ANECOOP
Los dirigentes de esta cooperativa de segundo grado han expuesto sus principales elementos de preocupación. Entre ellos, se encuentra el incremento de las peticiones de aplazamientos de pago por parte de los clientes, y el aumento de los impagos.
También citan la reducción y eliminación de coberturas de riesgo comercial por parte de las grandes aseguradoras, la falta de mano de obra, el carácter impredecible de la demanda en la situación actual, los cambios en los canales de comercialización y las tendencias de consumo, y el encarecimiento del transporte y los costes (debido a las medidas sanitarias que ha habido que adoptar en los campos y en los almacenes).
Igualmente se habla de preocupación ante eventuales medidas proteccionistas y campañas de nacionalismo agrícola en países clave para la comercialización de los productos españoles (muchos de ellos muy dependientes de las exportaciones).
Respecto a los sectores en los que trabaja Anecoop, los cítricos se han visto beneficiados por la situación de Estado de Alarma, ya que su demanda se ha disparado en las últimas semanas, mientras que han bajado especialmente las ventas de los frutos rojos y exóticos, al ser percibidos como frutas más perecederas y de mayor precio.
La venta de vinos bajó en las primeras semanas, ya que el acopio se centró más en la adquisición de productos esenciales, pero, en una segunda etapa, se ha producido un cierto repunte en la compra de vinos en supermercados y grandes superficies, aunque es cierto que el cierre del canal HORECA (hostelería) ha tenido un impacto muy negativo.
Actualmente se está abordando el final de la campaña de cítricos y de hortalizas de invernadero del sudeste español, y dando comienzo a la campaña de fruta de hueso (melocotones, nectarinas, albaricoques, cerezas, ciruelas,…), y de sandía y melón.
La campaña de fruta de hueso arranca este año con una disminución generalizada en la cosecha de entre el 20 y el 25 por ciento, como consecuencia de la climatología adversa y del descenso en la superficie de cultivo (derivado de los malos resultados económicos de ejercicios anteriores).
Otras noticias
UAGA-COAG denuncia que las explotaciones frutícolas se encuentran al límite por asfixia económica
UAGA-COAG pone sobre la mesa la difícil situación que viven las explotaciones frutícolas aragonesas. Dice que su rentabilidad está al límite. Esta organización profesional agraria alerta de la asfixia económica del sector frutícola. Hace balance de la campaña de este año. Presenta el informe siguiente:
“La última campaña de fruta ha estado marcada por la recuperación de los volúmenes de producción media en Aragón y por las condiciones meteorológicas, principalmente por la falta de agua para riego y las altas temperaturas, que adelantaron la maduración y también precipitaron que el momento de la recogida coincidiese con las tareas de aclareo.
Pero, además, la campaña ha tenido otra incómoda protagonista, la mosca de la fruta (Ceratitis capitata), que ha ejercido una presión nunca antes vista en el sector.
Todos estos factores provocaron que se comercializase fruta de menor calibre (tamaño más pequeño), lo que hizo que su salida al mercado fuese más difícil y originara stock en las cámaras.
Ante esta situación, UAGA-COAG solicitó al Gobierno de Aragón que activase las medidas existentes para poder regular el mercado, en concreto la retirada de fruta dentro de las Organizaciones de Productores (destinar parte de la producción almacenada a los bancos de alimentos y a transformación en zumo).
A pesar de las presiones de UAGA-COAG, el Departamento de Agricultura no aprobó esta reivindicación y ahora que están llegando las liquidaciones (los pagos de las cooperativas y almacenes a los agricultores) los productores de fruta están viendo cómo esos precios que perciben no llegan a cubrir los costes de producción.
En este sentido, la organización denuncia que una vez más se han incumplido los plazos que establece la Ley de la Cadena Alimentaria, y que las liquidaciones llegan meses después de la entrega de la fruta en los almacenes y con precios, muchas veces, por debajo de los costes.
UAGA-COAG es consciente de que es muy difícil de que la ciudadanía comprenda la denuncia de los precios bajos en origen que hacen los fruticultores cuando la realidad indica todo lo contrario, esto es, que los consumidores encuentran la fruta cada vez más cara en los mercados.
Para avalar esta queja, están los datos recogidos en el IPOD (Índice de Precios en Origen y Destino que elabora COAG), que confirman que en el mes de julio la diferencia de precios en el melocotón y la nectarina era de casi el cuatrocientos por ciento. Es decir, desde que sale del almacén hasta que llega al consumidor el precio de un melocotón o una nectarina se multiplica por cuatro.
Los responsables de ese aumento, tal y como denuncia desde hace años UAGA-COAG, son los intermediarios y la distribución, que primero cubren gastos y obtienen el beneficio oportuno, y, por último, las migas del pastel se las dejan al agricultor.
UAGA-COAG recuerda que el sector frutícola se encuentra asfixiado económicamente, por el aumento desorbitado de los costes de producción y por unos precios abusivos en origen, y que, además, afronta una emergencia climática que afecta directamente a los procesos fisiológicos de los cultivos, con un riesgo tan alto que cuestiona la viabilidad de las explotaciones.
Y todo esto sin que el Gobierno de Aragón dé una respuesta contundente de apoyo a este sector para evitar el abandono del cultivo de fruta y la falta de relevo generacional”.