Es lo que apunta Luis Machín, director de la Asociación Española de Fabricantes de Alfalfa Deshidratada (AEFA), en una campaña muy difícil para este cultivo, tanto en lo agronómico (por la cantidad de precipitaciones que se están produciendo) como en lo logístico (con problemas para encontrar contenedores y sitio en los barcos).
Indica que los problemas logísticos deben ser tenidos muy en cuenta, y que se debe tomar medidas al respecto. Y ello sobre la base de que las exportaciones se vuelven a convertir en clave para salir adelante en la actual situación de crisis (tal y como ocurrió en la crisis de 2008).
A los problemas para encontrar contenedores y sitio en los barcos se añade el coste elevado de los fletes.
En cuanto al mercado internacional de la alfalfa española, Emiratos Árabes siguen siendo el principal destino comercial, seguido de China (país en el que se va a continuar en la línea de los dos últimos años). AEFA también quiere profundizar en nuevos mercados, como Arabia Saudí y Japón.
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Aragón presenta el informe “Análisis de la ganadería extensiva”
Los consejeros de Agricultura y Presidencia del Gobierno de Aragón, Joaquín Olona y Mayte Pérez, se han desplazado a una explotación de ganado vacuno de raza pirenaica situada en Cedrillas (Teruel). Allí han dado datos incluidos en el informe “Análisis de la ganadería extensiva de Aragón”.
Los más destacables son los siguientes:
“El estudio determina que, de las 3.935 explotaciones de ganadería extensiva existentes en Aragón, el setenta por ciento se sitúan en zonas de montaña, fundamentalmente en las comarcas del Sobrarbe, Ribagorza y Jacetania. Estas explotaciones se caracterizan por tener un carácter netamente familiar, acreditando sus titulares una elevada profesionalidad (más del noventa por ciento de los ingresos de estas familias procede del sector agrario).
El informe pone de manifiesto que la renta de los ganaderos (diferencia entre ingresos y gastos) se sitúa en algo más de catorce mil euros al año. Y eso contando con que las ayudas medias que ya reciben este tipo de explotaciones alcanza en Aragón los treinta y dos mil euros al año. Más de la mitad de las ayudas públicas que reciben van directamente a cubrir los costes que no quedan resarcidos por la actividad ganadera. Esta diferencia se agrava todavía más en el caso de las explotaciones de ganadería extensiva situadas en zonas de montaña, donde, aun recibiendo una ayuda superior que alcanza los treinta y cinco mil euros al año, su renta final apenas supera los doce mil euros al año en determinados casos.
En cuanto a la edad de los ganaderos extensivos, sólo el diecinueve por ciento son menores de cuarenta años. Sin embargo, casi el setenta y tres por ciento de las explotaciones de titulares menores de cuarenta años se ubican en zonas de montaña.
Respecto a la evolución de censos, considerando la serie histórica (2013-2021), se constata un incremento en el caso de vacas nodrizas (diecisiete por ciento en la zona pirenaica, y sesenta y cinco por ciento en el resto de zonas de montaña). Sin embargo, en el caso de la ganadería de ovino, estas cifras son negativas, con una reducción del cinco por ciento en la zona pirenaica y del nueve por ciento en el resto de zonas de montaña”.