Es un dato que aporta la Asociación Española de Fabricantes de Alfalfa Deshidratada (AEFA). Dice que “las dificultades en el transporte marítimo hicieron que las ventas en el año natural de 2020 disminuyeran en un 4,4 por ciento”; habla de “incremento del coste de los fletes” y de “falta de equipos para exportación”.
Esa situación sigue marcando el momento presente. Es lo que se indica tanto en la Lonja del Ebro como en la de Binéfar. Señalan que continúan las dificultades para encontrar contenedores y que los precios de los fletes son altos.
Aun así, se produjo en enero de 2021 una mejoría en el comercio internacional de la alfalfa española, situándose el global de las exportaciones en más de 86.000 toneladas.
El 70,5 por ciento corresponden al formato bala deshidratada mientras que el resto es formato pellet. AEFA apunta que se constata la buena acogida que está teniendo este último formato en el mercado internacional.
Emiratos Árabes Unidos fue el principal destino de las exportaciones españolas de alfalfa durante el pasado mes de enero (con casi 45.000 toneladas). Le siguieron China y Francia. También son destino de la alfalfa española Jordania, Arabia Saudí, Corea del Sur y Catar.
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Aragón presenta el informe “Análisis de la ganadería extensiva”
Los consejeros de Agricultura y Presidencia del Gobierno de Aragón, Joaquín Olona y Mayte Pérez, se han desplazado a una explotación de ganado vacuno de raza pirenaica situada en Cedrillas (Teruel). Allí han dado datos incluidos en el informe “Análisis de la ganadería extensiva de Aragón”.
Los más destacables son los siguientes:
“El estudio determina que, de las 3.935 explotaciones de ganadería extensiva existentes en Aragón, el setenta por ciento se sitúan en zonas de montaña, fundamentalmente en las comarcas del Sobrarbe, Ribagorza y Jacetania. Estas explotaciones se caracterizan por tener un carácter netamente familiar, acreditando sus titulares una elevada profesionalidad (más del noventa por ciento de los ingresos de estas familias procede del sector agrario).
El informe pone de manifiesto que la renta de los ganaderos (diferencia entre ingresos y gastos) se sitúa en algo más de catorce mil euros al año. Y eso contando con que las ayudas medias que ya reciben este tipo de explotaciones alcanza en Aragón los treinta y dos mil euros al año. Más de la mitad de las ayudas públicas que reciben van directamente a cubrir los costes que no quedan resarcidos por la actividad ganadera. Esta diferencia se agrava todavía más en el caso de las explotaciones de ganadería extensiva situadas en zonas de montaña, donde, aun recibiendo una ayuda superior que alcanza los treinta y cinco mil euros al año, su renta final apenas supera los doce mil euros al año en determinados casos.
En cuanto a la edad de los ganaderos extensivos, sólo el diecinueve por ciento son menores de cuarenta años. Sin embargo, casi el setenta y tres por ciento de las explotaciones de titulares menores de cuarenta años se ubican en zonas de montaña.
Respecto a la evolución de censos, considerando la serie histórica (2013-2021), se constata un incremento en el caso de vacas nodrizas (diecisiete por ciento en la zona pirenaica, y sesenta y cinco por ciento en el resto de zonas de montaña). Sin embargo, en el caso de la ganadería de ovino, estas cifras son negativas, con una reducción del cinco por ciento en la zona pirenaica y del nueve por ciento en el resto de zonas de montaña”.