Es la previsión con la que trabaja el Gobierno de Aragón. Se ha cursado visita institucional a los trabajos de urbanización del denominado PIGA (Plan de Interés General de Aragón), para la implantación de una plataforma agroalimentaria. Es en Épila (Zaragoza). Las obras están ejecutadas al 70 por ciento.
Estas obras persiguen dotar a la zona de redes de abastecimiento de agua y desagüe, conexiones de telecomunicaciones, balsas de almacenamiento de agua y laminación, y mejora de los accesos viarios y rotondas.
Esta urbanización comenzó en enero de 2020, con un presupuesto total (sin IVA) de 16,4 millones de euros. La plataforma ocupa una superficie total de 242 hectáreas.
Estas obras se están realizando en paralelo a las que ya está ejecutando BonÁrea para la implantación de su complejo agroalimentario.
Además, en la zona de El Sabinar, se han generado dos parcelas industriales, que suman 17 hectáreas y que están abiertas a la implantación de nuevas empresas, especialmente agroalimentarias.
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La organización del II Congreso Ibérico del Maíz hace balance: “España y Portugal, de la mano, están preparadas para competir en un mercado global”
Es una de las frases del II Congreso Ibérico del Maíz, que tuvo lugar en Barbastro (Huesca) los días 23 y 24 de marzo. Estuvo organizado por la Asociación General de Productores de Maíz de España (AGPME) y la Asociación Nacional de Productores de Maíz y Sorgo de Portugal (ANPROMIS). Contó con la asistencia de unas seiscientas personas. El gran mensaje transmitido durante el Congreso fue “el de la fortaleza del sector del maíz”.
José Luis Romeo, presidente de la AGPME, habla de ir juntos España y Portugal, dado que “tenemos los mismos objetivos, los mismos intereses y un producto muy valioso; seguiremos trabajando juntos por la fuerza de este sector”.
Ángel Samper, secretario general de ASAJA Aragón, se mostraba desesperanzado con la situación actual de la agricultura y ganadería debido a la Política Agraria Común (PAC). Y se mostraba muy crítico con la palabra sostenibilidad: “Tenemos que desterrar la palabra sostenibilidad, porque la hemos mancillado; es necesario sustituirla por la palabra eficiencia medioambiental, social y económica”.
José Antonio López Guerrero, catedrático de Microbiología de la UAM, abordaba el tema “Biotecnología para alimentar al mundo”. En su ponencia destacaba “los beneficios de la biotecnología aplicada al sector agroalimentario: rendimiento más alto de las producciones en menos terreno, mayores ingresos para el agricultor, mejora de la calidad, menor riesgo de pérdida de rendimiento y mejora en la conservación del suelo, entre otros”.
Javier Folch, director de AGPME y Asaja Aragón, era rotundo al decir que “no sabemos comunicar; aún tenemos que avanzar en comunicación y poner en valor todo lo positivo que generamos y todas nuestras bondades”.
El presidente de ASAJA Nacional, Pedro Barato, manifestaba su desconfianza en la globalización, porque ya no cree en ella, y su descontento con las políticas agrarias, ya que “una política agraria en la que hay restricciones y no se dan soluciones es terrible”.