Agustín Herrero, director de Cooperativas Agro-alimentarias de España, es el encargado en este colectivo de hacer balance del año 2020. También mira hacia el futuro. Ha elaborado un artículo de opinión que dice así:
“Llegamos al final del año 2020 que esperamos que pronto se convierta en un mal recuerdo. Nadie imaginaba hace un año que durante estos doce meses íbamos a vivir de una manera completamente diferente a nuestros hábitos a causa de una pandemia impensable en el siglo XXI y a nivel global, también en el primer mundo.
Nos hemos ido acostumbrando a que las desgracias que azotan a la humanidad suceden lejos de nuestras fronteras y que no eran cosas que pudieran pasarnos a nosotros también.
Pero sucedió. La COVID nos atacó a nosotros tanto como a los demás, generando una crisis sanitaria que ha puesto en cuestión nuestro “envidiable” sistema sanitario, nos ha obligado a cambiar nuestra forma de vida, ha ocasionado una tremenda crisis económica que todavía no somos capaces de medir en sus justos términos y una crisis social de consecuencias también difíciles de calcular.
Desde el punto de vista estrictamente sectorial, el agroalimentario ha estado a la altura de las circunstancias, con las cooperativas y sus socios a la cabeza, manteniendo la actividad a pesar de las dificultades y asegurando el abastecimiento de alimentos a la sociedad. Ciertamente podemos sentirnos orgullosos de nuestras cooperativas y de nuestro sector.
El sector ha resultado menos afectado que otros de la economía, pero no todo ha sido bonito. El cambio obligado de comportamientos, las restricciones de desplazamientos, la cancelación de eventos, la ausencia de turismo y el cierre prácticamente total del canal HORECA han hecho mella en importantes subsectores.
El sector vitivinícola ha resultado afectado por una considerable disminución del consumo mundial, provocando una importante crisis; el sector de la carne de vacuno, el ibérico, las flores y plantas vivas han sufrido y siguen sufriendo importantes consecuencias.
A estos hay que añadir el sector del aceite de oliva, que sigue recuperándose lentamente de la superproducción de 2018 y del efecto de los aranceles aplicados por la administración norteamericana por el caso Airbus.
Importantes sectores en definitiva que dejarán huella en las macrocifras sectoriales, y lo que es peor en las rentas de los productores.
Para tratar de apoyar una rápida recuperación económica el Consejo Europeo aprobó en julio un paquete económico denominado Next Generation UE con la astronómica cifra de 750.000 millones de euros, de los cuales 140.000 millones de euros estarían destinados a España para promover la adaptación a los retos de sostenibilidad y digitalización de la economía.
En estos momentos todavía no sabemos a ciencia cierta cómo se van a gestionar estos fondos, pero las noticias no se orientan precisamente hacia las PYMEs, muy mayoritarias en nuestro sector y en la economía española en general. Veremos.
También este año, contra viento y marea, la Comisión Europea ha ido publicando sus estrategias De la Granja a la Mesa y Biodiversidad, en las que se anuncian los objetivos del sector para cumplir con el Pacto Verde. Los retos que se plantean van a suponer un cambio en el modelo de producción que requerirá importantes inversiones y tiempo para asimilar los cambios.
Desde Cooperativas Agro-alimentarias de España hemos diseñado un proyecto que pretende extender la digitalización a cooperativas y socios para lograr la sostenibilidad sin menoscabo de la competitividad y la rentabilidad de las explotaciones.
Estamos convencidos de que, para no dejar a nadie atrás, es necesario acercar las herramientas digitales a los usuarios, en su idioma y generando confianza. Eso es lo que podemos hacer las cooperativas y nadie más. Es un gran reto para nosotros que esperamos sea apoyado desde lo público para bien del conjunto del sector.
Confiamos en que 2021, con la llegada de las vacunas, nos permita ir recuperando la actividad, solucionando los problemas y avanzando en la definición del Plan Estratégico de la futura PAC en España, mejorando la rentabilidad de las explotaciones, de forma que el sector pueda afrontar los retos de sostenibilidad”.
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Descubre a fondo los alimentos de Aragón: Ecológicos Aragón
La iniciativa “Aragón, alimentos nobles”, impulsada por el Gobierno de Aragón, dedica un reportaje de su blog a los alimentos certificados por el Comité Aragonés de Agricultura Ecológica. Es un ámbito que cuenta en este territorio con una superficie que supera las cien mil hectáreas. Hay más de mil seiscientos productores locales. Aragón ocupa el octavo puesto en producción ecológica en España.
Los cultivos con más extensión en ecológico en Aragón son aquellos más rústicos, es decir, el cuarteto mediterráneo: frutos secos, cereales, olivar y viñedo. No obstante, prácticamente toda la despensa aragonesa tiene su equivalente en ecológico.
Un alimento ecológico en Aragón es el que ha sido producido y elaborado siguiendo métodos agrícolas y ganaderos respetuosos con el medio ambiente, la biodiversidad y la salud humana, sin emplear productos químicos de síntesis (como pesticidas o fertilizantes artificiales) ni organismos genéticamente modificados (OGM).
El resultado son alimentos seguros, saludables y de la máxima calidad, tanto nutricional como organoléptica.
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