El director general de Desarrollo Rural del Gobierno de Aragón, Jesús Nogués, ha dado a conocer la evolución de la producción final agraria y de la renta agraria en 2020. La primera creció un 7,2 por ciento, situándose el total facturado por agricultores y ganaderos aragoneses en 4.581 millones de euros. La segunda creció un 5,3 por ciento, situándose (restados los costes de producción) en 2.016 millones de euros.
El porcino juega en Aragón un papel preponderante en su producción final agraria. Supone el 45 por ciento del total. El sector cerealista también es importante, con un 15 por ciento del total.
En España los sectores más importantes dentro de la producción final agraria son hortalizas, frutas y porcino. El montante global de la producción en el conjunto del país fue en 2020 de 52.919 millones de euros.
En el caso de Aragón la provincia de Huesca supone el 43 por ciento de la renta agraria, Zaragoza el 34 por ciento y Teruel el 23 por ciento.
Jesús Nogués ha destacado de 2020 que fue un año diferente, como consecuencia de la pandemia de la COVID-19. Mientras fue un ejercicio bueno para cereales y frutas, hubo sectores que se vieron gravemente perjudicados por las restricciones en la hostelería: Ovino, caprino, vacuno, aves y conejos.
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Ángel Samper en las Cortes de Aragón: “Sin los productores de alimentos no hay vida”
El consejero de Agricultura, Ganadería y Alimentación del Gobierno de Aragón, Ángel Samper, ha comparecido en las Cortes de Aragón. Allí ha dicho que “sin los productores de alimentos no hay vida; por ello, la alimentación debe tener la misma importancia en los presupuestos que la educación y la sanidad”.
Ángel Samper se ha referido al “apoyo a la ganadería extensiva e intensiva, universalidad de los seguros, modificaciones en la Política Agraria Común (PAC), impulsar las OCAs y ADS, potenciar los alimentos de Aragón, impulsar el relevo generacional e incentivar la incorporación real de la mujer”.
También ha dicho que hay que derogar leyes como la “de protección y modernización de la agricultura familiar y del patrimonio agrario de Aragón”.
Ángel Samper ha hecho mención al enfado de los administrados con la administración. Ha puesto un ejemplo: “Recién aterrizado en la consejería me he encontrado con un volumen importante de recursos desestimados presentados hace tres años y que tengo que firmar yo estos días ¿es normal?”.
El consejero ha concluido diciendo que “ética y moral son las palabras que debemos traer a menudo a nuestras conversaciones y a la política”.