La Red Fitosanitaria de Aragón presenta un nuevo informe sobre el estado fenológico de los cultivos extensivos, centrándose en maíz, girasol, arroz y alfalfa. Hace referencia a las plagas y malas hierbas que se han observado.
La mayor parte de zonas maiceras de Aragón presentan un estado fenológico de este cultivo de más de cinco nudos. La única plaga que se ha observado es Heliothis, con mayor incidencia en Cinco Villas que en Los Monegros. Y hay una tendencia a la baja en malas hierbas, con casos de digitaria, cañota, cenizo y soja borde.
Ha comenzado el ahijamiento en el caso del arroz. La mayor parte de las parcelas de seguimiento presentan de dos a cuatro hijuelos. Sigue habiendo chilo, con mayor incidencia en Los Monegros-Bajo Cinca que en Cinco Villas.
El cultivo del girasol tiene ocho hojas desplegadas. Hay ausencia de plagas y de malas hierbas. Sí hay una parcela de Teruel con presencia de bledo, cenizo, cachurros, cardos, capitanas y vallico.
El tercer corte de alfalfa ya se ha realizado. La mayoría de zonas con este cultivo están a punto de alcanzar el cuarto corte. El pulgón es la plaga que se observa en parcelas del Somontano de Barbastro, Ribera del Ebro y Los Monegros.
Las malas hierbas en alfalfa van del 1 al 70 por ciento, sin haber relación entre el grado de infestación y la edad del cultivo. La Franja es la zona con menos incidencia (raigrás); Huesca norte es donde más malas hierbas hay (raigrás, lengua de vaca, trébol blanco,…); y en Cinco Villas hay raigrás, lengua de vaca y diente de león.
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Aragón presenta el informe “Análisis de la ganadería extensiva”
Los consejeros de Agricultura y Presidencia del Gobierno de Aragón, Joaquín Olona y Mayte Pérez, se han desplazado a una explotación de ganado vacuno de raza pirenaica situada en Cedrillas (Teruel). Allí han dado datos incluidos en el informe “Análisis de la ganadería extensiva de Aragón”.
Los más destacables son los siguientes:
“El estudio determina que, de las 3.935 explotaciones de ganadería extensiva existentes en Aragón, el setenta por ciento se sitúan en zonas de montaña, fundamentalmente en las comarcas del Sobrarbe, Ribagorza y Jacetania. Estas explotaciones se caracterizan por tener un carácter netamente familiar, acreditando sus titulares una elevada profesionalidad (más del noventa por ciento de los ingresos de estas familias procede del sector agrario).
El informe pone de manifiesto que la renta de los ganaderos (diferencia entre ingresos y gastos) se sitúa en algo más de catorce mil euros al año. Y eso contando con que las ayudas medias que ya reciben este tipo de explotaciones alcanza en Aragón los treinta y dos mil euros al año. Más de la mitad de las ayudas públicas que reciben van directamente a cubrir los costes que no quedan resarcidos por la actividad ganadera. Esta diferencia se agrava todavía más en el caso de las explotaciones de ganadería extensiva situadas en zonas de montaña, donde, aun recibiendo una ayuda superior que alcanza los treinta y cinco mil euros al año, su renta final apenas supera los doce mil euros al año en determinados casos.
En cuanto a la edad de los ganaderos extensivos, sólo el diecinueve por ciento son menores de cuarenta años. Sin embargo, casi el setenta y tres por ciento de las explotaciones de titulares menores de cuarenta años se ubican en zonas de montaña.
Respecto a la evolución de censos, considerando la serie histórica (2013-2021), se constata un incremento en el caso de vacas nodrizas (diecisiete por ciento en la zona pirenaica, y sesenta y cinco por ciento en el resto de zonas de montaña). Sin embargo, en el caso de la ganadería de ovino, estas cifras son negativas, con una reducción del cinco por ciento en la zona pirenaica y del nueve por ciento en el resto de zonas de montaña”.