En el Pirineo, a los pies de Monte Perdido, investigadores de los grupos IAAA y HowLab del Instituto de Investigación en Ingeniería de Aragón (I3A) han desarrollado un proyecto que une tecnología y ganadería, que muestra el beneficio medioambiental que genera la ganadería extensiva, mediante el pastoreo, y la rentabilidad económica de estas explotaciones con actuaciones complementarias. Este proyecto es un eslabón más dentro de una línea de trabajo de los equipos de investigación del I3A con agentes del sector agrícola y ganadero para llevar soluciones tecnológicas 4.0 a escenarios con grandes problemas y limitaciones de conectividad de datos. Francisco Javier Zarazaga, coordinador del Grupo de Sistemas de Información Avanzados (IAAA), explica que “tanto desde el punto de vista de la tecnología como de la realidad social de los entornos en los que hemos trabajado creemos que se están perdiendo muchas oportunidades de mejorar nivel de vida en estas áreas por muy poco dinero”.
TECNOLOGÍA SIMILAR A LA DE AUXILIO DE TURISTAS
Uno de los puntos que destacan los investigadores es que la tecnología permite desplegar, a muy bajo coste, unas redes de comunicaciones de amplio alcance y protocolos abiertos. Roberto Casas, coordinador del grupo de investigación HowLab, comenta que “sobre estas redes, que no tienen la capacidad para dar servicios de voz, o conexiones de acceso a Internet, sí que es posible ofrecer servicios y negocios que ayudan al desarrollo de la sociedad”. Las soluciones con las que han trabajado para el seguimiento del ganado vacuno son, básicamente, las mismas que para los sistemas de emergencia que permiten auxiliar a turistas, o, incluso, para el despliegue de diferentes sensores. Y todo ello puede operar sobre estas redes.
En una primera fase del proyecto, los grupos de investigación HowLab y el IAAA trabajaron en el desarrollo y validación de la tecnología necesaria para crear un sistema de geolocalización que facilita el trabajo del ganadero permitiéndole tener localizado el ganado en el monte, en áreas geográficas en las que no hay cobertura de datos y, gracias a ello, reducir los costes del manejo y mejorar la rentabilidad de las explotaciones. En esta segunda fase, que termina en los próximos meses, se ha hecho un primer trabajo de industrialización de esta tecnología de localización, equipando a varios animales durante toda una campaña de estancia en el monte. Para ello, los investigadores han efectuado toda una serie de pruebas de la tecnología para garantizar que, efectivamente, el sistema informaba correctamente sobre la ubicación de los animales en las zonas en las que se quería desarrollar las pruebas. Asimismo, para poder dar soporte a las comunicaciones, se ha desplegado una red basada en protocolo LoRaWAN que ha permitido conectar los equipos instalados en los collares de los animales con unos receptores ubicados en edificios de los municipios más cercanos, a varios kilómetros en línea recta a las zonas de pastoreo. Son receptores de pequeño tamaño y bajo coste.
PASTANDO EN TERRENOS COMUNALES
El cruce de los datos recogidos con los elementos geográficos de las parcelas declaradas en las ayudas de la Política Agraria Común (PAC) demuestra que una cosa es dónde se dice que van a estar los animales y otra muy distinta dónde deciden estar. De este modo, este proyecto ha demostrado de manera empírica el dicho popular: que el ganadero propone y el animal dispone. A la hora de solicitar estas ayudas, los ganaderos deben indicar en qué parcelas van a estar pastando los animales y demostrar que cuentan con la propiedad o el arriendo de las mismas. El problema en las pequeñas explotaciones es que, con carácter general, se acude a terrenos comunales que “se reparten” entre los diferentes ganaderos siguiendo criterios organizativos y administrativos.
Junto con los grupos de investigación del I3A, en este proyecto están participando ASAJA Huesca, la Cooperativa SCLAS e investigadoras del Instituto Pirenaico de Ecología que están llevando a cabo una valoración de la mejora que la ganadería extensiva, mediante el pastoreo, produce en el desarrollo, evolución y mantenimiento de los ecosistemas silvopastoriles en particular, y en la calidad del medio ambiente en general. Este trabajo forma parte del proyecto Cuantificación del Impacto Ambiental de la Cabaña Extensiva de Aragón (GCP2019004100) y cuenta con la financiación de la Unión Europea (FEDER) y el Gobierno de Aragón.
Otras noticias
Luis Lascorz, agricultor y ganadero de Aínsa, ha sido reconocido por el Ministerio de Agricultura en el marco del Programa CULTIVA
Madrid ha acogido el Primer Encuentro Nacional del Programa CULTIVA. Como participante de este proyecto, Luis Lascorz, agricultor y ganadero de Aínsa (Huesca), ha sido reconocido por el Ministerio de Agricultura. Se trata de un ganadero de vacuno —raza pirenaica—, productor de manzana ecológica y socio de ASAJA Huesca.
Luis Lascorz afirma que “hay que apoyar más a los ganaderos de montaña para que sus explotaciones sean rentables; de lo contrario, el relevo generacional va a ser muy complicado”.
Ramón Solanilla, secretario general de ASAJA Aragón, reivindica “la necesidad de ser conscientes de la importancia de las empresas familiares agrarias de extensivo, que son garantes del mantenimiento del paisaje, del futuro de los pueblos y de la alimentación de calidad”.