La ciudad italiana de Florencia acoge hasta este sábado, 18 de septiembre, la reunión de ministros de Agricultura del G-20. Allí está el ministro español Luis Planas, que ha defendido que “la alimentación humana pasa por el regadío”. Ha explicado que “el objetivo de alimentar el planeta sólo será posible con una agricultura sostenible basada en un regadío adaptado a las nuevas circunstancias, de precisión y digitalizado, que garantice el ahorro de agua y energía y aplique fertilizantes y fitosanitarios de forma eficiente y sostenible sin perjudicar a la rentabilidad de las explotaciones”.
Ha expuesto el caso del regadío español, señalando que “donde se ha implantado el regadío se ha multiplicado por seis la productividad agrícola, se ha aumentado hasta cuatro veces la renta de los agricultores y se genera tres veces más empleo; el regadío representa el 22,5 por ciento de la superficie cultivada en España, pero en ella se genera el 65 por ciento de la producción final agrícola”.
En esta reunión de los ministros de Agricultura del G-20 se aborda “cómo la agricultura debe abordar el doble reto de incrementar la producción de alimentos (para conseguir el objetivo de hambre cero) y reducir al mismo tiempo su huella ambiental”.
El ministro Luis Planas aprovecha este foro para mantener reuniones bilaterales con los responsables de agricultura de países como Brasil, Estados Unidos y Japón, entre otros.
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Ganaderos de diversas regiones francesas visitan la Finca Experimental La Garcipollera
Un grupo de treinta ganaderos de diversas regiones francesas han visitado la Finca Experimental La Garcipollera, del CITA de Aragón, en una iniciativa del Sindicato Pyrénées Brune. Han podido comprobar de primera mano el trabajo de mejora llevado a cabo en la raza parda de montaña, así como con las otras razas de ganado vacuno y ovino presentes allí. El CITA de Aragón indica que la raza bruna es originaria de Suiza y que es la segunda raza en producción lechera tanto a nivel mundial como en Francia y España, fruto de la selección genética y hoy también genómica. Esta raza estuvo ampliamente distribuida en el Pirineo español hasta el abandono del ordeño a finales de los años noventa. El cambio de orientación hacia la producción de carne inició un proceso de selección que culminó con el reconocimiento de la parda de montaña como raza en 2002, y posteriormente como raza autóctona española. Los ganaderos franceses han podido conocer las similitudes y diferencias entre ambas razas y su manejo, así como los programas de mejora aplicados y sus resultados.