Es una forma de resumir mucho el estudio que ha realizado el Instituto de de Investigación y Tecnología Agroalimentarias Cataluña (IRTA). Y es que las variedades de trigo duro propias de zonas secas y de zonas húmedas hacen un uso distinto del agua. Precisamente la disponibilidad del agua marcó la adaptación de las variedades locales de trigo duro en el área mediterránea.
Los resultados de este estudio, se indica desde el IRTA, ayudarán a desarrollar variedades adaptadas a los nuevos escenarios que conllevará el cambio climático.
Diario del Campo le acerca los detalles de este estudio y las reflexiones que realiza Conxita Royo, investigadora del programa de cultivos extensivos sostenibles del IRTA:
“Las variedades de trigo duro de los países más secos y cálidos de la cuenca mediterránea (Siria, Jordania, Líbano e Israel) son más bajas, florecen antes, tienen un período de llenado del grano más largo, y producen más espigas y más grandes por unidad de superficie que las variedades procedentes de zonas más húmedas y frías.
Los granos de las variedades de trigo duro de estas últimas zonas, por el contrario, son más pesados y se llenan más rápidamente.
Es la principal conclusión a la que ha llegado una investigación del IRTA, que constata que las variedades de una zona y otra tienen una capacidad desigual para utilizar el agua disponible (antes y después de la floración).
Los resultados del estudio permitirán seleccionar y mejorar nuevos trigos que se adaptarán mejor a los ambientes secos y calurosos que predicen los modelos de cambio climático.
Los investigadores estudiaron una colección de variedades tradicionales de trigo duro procedentes de 21 países de la cuenca mediterránea, creadas por el propio grupo de investigación a partir de semillas de trigo procedentes de bancos de germoplasma.
Paralelamente, mediante series históricas de datos climáticos de las principales zonas de cultivo de trigo duro del Mediterráneo, identificaron el Mediterráneo Oriental como la zona más cálida y seca, pues es donde hay una temperatura, una radiación solar y una evapotranspiración potencial más altas, y una pluviometría y una humedad relativa más escasas.
Gracias a los marcadores moleculares, identificaron las regiones del genoma asociadas a determinadas características agronómicas.
Así, observaron que las variedades adaptadas a la zona más seca y cálida utilizan el agua disponible en el suelo antes de la floración para acumular carbohidratos solubles que, posteriormente, se movilizan hacia el grano; las variedades adaptadas a zonas más húmedas y frías, en cambio, aprovechan mejor el agua disponible después de la floración para llenar el grano.
El estudio también revela que algunos marcadores moleculares asociados a estas características agronómicas se encuentran en diferente frecuencia en el genoma de variedades de una y otra zona geográfica.
Esto sugiere que, para que las plantas puedan sobrevivir a cada ambiente, la selección natural actuó sobre las variedades tradicionales ajustando los valores de cada característica y las frecuencias de los alelos asociados.
Estos hallazgos son el resultado de varios proyectos financiados por el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital (MINECO), dirigidos a estudiar las características del trigo que favorecen su adaptación a ambientes con diferente climatología”.
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Recta final para presentar candidaturas a los XXVII Premios Félix de Azara
El próximo 31 de octubre concluye el plazo para presentar las candidaturas a la nueva edición de los Félix de Azara, los premios más prestigiosos que concede la Diputación Provincial de Huesca y que llevan por el mundo entero el nombre del gran naturalista altoaragonés, nacido en Barbuñales. La gala de la última edición se celebraba en el Teatro Olimpia de Huesca donde, el principal galardón, se entregaba a los GREIM en la provincia de Huesca, los grupos de rescate en montaña de la Guardia Civil.
El presidente de la Diputación de Huesca, Isaac Claver, recuerda el galardón concedido el año pasado:
Además del galardón, estas distinciones tienen categorías muy variadas y a lo largo de todos estos años de trayectoria suman alrededor de doscientos reconocidos en total: ayudas a la edición para las publicaciones de libros y artículos, las becas para investigación, la categoría de escolares o centros de enseñanza con proyectos en defensa de la naturaleza, empresas o entidades sin ánimo de lucro que también muestren esta faceta medioambiental, la modalidad específica para medios de comunicación y cómo no, uno de los más reconocidos, que es el de fotografía, asociado a la figura de David Gómez Samitier, en homenaje a su imprescindible legado.
Durante más de un cuarto de siglo, estos premios han querido poner de relevancia los valores que inspiraron a Félix de Azara hace más de dos siglos. La riqueza natural, la preservación ambiental y la sostenibilidad son algunos rasgos que definen la provincia de Huesca. Su defensa y mejora son el objeto de estos reconocimientos.
Isaac Claver describe el papel que cumplen estos premios:
Cabe recordar que pueden optar a todas estas distinciones personas físicas y jurídicas que cumplan los requisitos y bases publicados en la página web de la Diputación Provincial de Huesca y siendo específicamente necesario realizar la tramitación de forma electrónica a través de la institución.
Isaac Claver anima a la participación:
Las bases de la convocatoria de los Premios Félix de Azara se pueden consultar en el enlace siguiente:
https://www.dphuesca.es/convocatoriafelixazara
PUBLICADO UN LIBRO HOMENAJE A LAS GENTES DE SOBRARBE
El libro Valle de la Solana. Hora cero. Cámpol y sus barrios ha visto recientemente la luz gracias al Premio Félix de Azara que recibió en su última edición. Su autor es Alfonso Santolaria y con este libro pretende “realizar un homenaje a las gentes de este rincón sobrarbense y un reconocimiento a una vida dura y esforzada, pero honesta y cargada de historia y dignidad”.
La publicación recoge en sus agradecimientos institucionales que, “mucho más allá de la ayuda económica para la publicación de este libro, se trata de un reconocimiento de primer nivel a un trabajo que aporta valor al Sobrarbe, a la provincia de Huesca y, por extensión, a todo Aragón”.