Es lo expresado por los participantes en el foro que ha llevado por título “La importancia del sector agroalimentario en el Producto Interior Bruto (PIB) español”, organizado por el laboratorio de ideas “Líderes económicos 2040”. El evento ha tenido por objeto “poner en valor un sector que representa una contribución vital para la economía de nuestro país, con un elevado potencial exportador y una resiliencia histórica”. El sector agroalimentario aporta casi el seis por ciento del PIB.
Han participado en este encuentro Pedro Barato, presidente nacional de ASAJA; Josep Collado, secretario general de la Federación Empresarial de Carnes e Industrias Cárnicas (FECIC); y Pablo Gimeno, analista económico y director de “Líderes económicos 2040”. Todos han coincidido en resaltar “el elevado potencial exportador del sector y su resiliencia histórica, además de la vital importancia del mismo en la economía”.
Pedro Barato ha apuntado que “el sector se ha reconvertido con su propio esfuerzo y dinero, a pesar de que cada día caen tres explotaciones ganaderas por el aumento del gasto energético y la inflación, y de que ha soportado un aumento del salario mínimo interprofesional del treinta y dos por ciento en los últimos dos años sin subir precios; tenemos muchos proyectos, cumplimos normativas, luchamos contra el cambio climático, hacemos todo lo necesario para sobrevivir,… pero nos tienen que dejar trabajar sin poner trabas”.
Josep Collado ha querido destacar el futuro brillante del sector y la necesidad de apoyo por parte de las instituciones: “El sector ha sido ejemplo mundial de competitividad, a pesar de que hay países con un mix energético mucho más barato (y esto se verá agravado por la crisis de Ucrania)”. En cuanto a los proyectos de futuro ha indicado que “trabajamos en sistemas de blockchain, en bioseguridad y en la electrificación del transporte pero con total incertidumbre sobre el PERTE; es una gran oportunidad pero un modelo de gestión muy cuestionable”.
Pablo Gimeno ha declarado que, “si destruimos nuestras señas de identidad y nuestras fortalezas (en referencia a la calidad de la carne española), es imposible la recuperación económica”.
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Los daños por las tormentas de septiembre podrían alcanzar el millón y medio de euros en el municipio turolense de Báguena
Los municipios de las comarcas del Jiloca, Campo de Daroca y Calatayud sufrieron en septiembre lluvias torrenciales, que causaron cuantiosos daños. Se pone el ejemplo del municipio turolense de Báguena, con precipitaciones que superaron los cuatrocientos litros por metro cuadrado. Los daños estimados se cifran en “seiscientos mil euros, si bien el montante global podría alcanzar el millón y medio de euros, al considerar pérdidas colaterales”.
Los agricultores y ganaderos de Báguena, en colaboración con las organizaciones agrarias ASAJA, UAGA-COAG y UPA, están evaluando el impacto en sus cultivos y explotaciones.
Realizan el siguiente análisis de la situación:
“Las cosechas de viña y alfalfa han sufrido pérdidas significativas. Además, muchas instalaciones ganaderas han quedado anegadas, obligando a los productores a buscar urgentemente nuevos refugios para sus animales. La incertidumbre sobre la recuperación de los cultivos y la viabilidad de sus explotaciones es palpable. El estado de los caminos de acceso a las fincas es igualmente preocupante, con una acumulación de grava y lodo que dificulta el tránsito. Muchos campos podrían resultar improductivos durante la campaña agrícola de 2025 debido a la imposibilidad de realizar labores agrícolas”.
Y hacen la siguiente solicitud:
“Ante esta grave situación, hemos hecho un llamado urgente a las autoridades, solicitando la intervención del Departamento de Agricultura del Gobierno de Aragón y de la Confederación Hidrográfica del Ebro para llevar a cabo la limpieza de cauces y ramblas, muchas de las cuales están obstruidas por los restos del incendio de 2022 y el material arrastrado por las recientes lluvias; sin una pronta intervención, tememos que futuras tormentas causen daños aún mayores”.