La Asociación de Entes Locales del Pirineo Aragonés (ADELPA) hace público un comunicado en el que alerta del “elevado riesgo de grandes incendios forestales en el Pirineo si no se toman medidas de manera urgente”. Dice que “las actuales políticas conservacionistas, que impiden la gestión de los bosques, están teniendo un efecto negativo para el propio medio ambiente”. ADELPA recuerda “las cada vez más habituales olas de calor y falta de precipitaciones que han provocado que en los últimos veranos se hayan calcinado grandes superficies de masa forestal”. Los representantes de ADELPA demandan “una revisión urgente de las actuales políticas forestales, que han impedido durante décadas hacer una gestión sostenible de los montes y han ayudado a que se generen unas masas forestales enormes que suponen un peligro para la propia biodiversidad y para las personas en caso de incendio”. ADELPA concluye que “es necesaria la puesta en marcha de medidas de prevención, como la ampliación de cortafuegos, limpieza de cañadas y mejora de los accesos a los montes; además, se debe recuperar los vínculos perdidos entre los bosques y la población rural”.
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Una tormenta fija su punto de mira en Monte Odina durante varias horas
El municipio de Ilche y, en concreto, la explotación conocida como Monte Odina vivieron en la tarde de este pasado jueves, 25 de mayo, la llegada más inapropiada de la lluvia. En lugar de hacerlo de manera suave y continuada, con los consiguientes beneficios para el campo y los cultivos, llegó en forma de intensa tormenta acompañada de pedrisco. Cayeron más de cien litros por metro cuadrado en tan sólo unas pocas horas.
La imagen del radar era clara en la zona. La mancha que representaba la tormenta a las 16:45 horas continuaba estando allí a las 20:00 horas. Se calcula que son miles las hectáreas de cereal, viña y almendro las afectadas por esta tormenta, si bien habrá que esperar a analizar con detenimiento el alcance de los daños.
Los destrozos son directos sobre los cultivos pero también los hay en infraestructuras, con perjuicios en caminos, tuberías y en la propia capa fértil del suelo, con significativos arrastres de tierra.