La empresa Agro Cultívate da a conocer las conclusiones de un ensayo comparativo que ha llevado a cabo junto a la Estación Experimental Aula Dei (EEAD-CSIC). Se ha comparado el sistema de manejo del almendro en convencional frente al sistema de manejo del cultivo en orgánico.
Una de las principales conclusiones es que el manejo orgánico puede aumentar en un 59 por ciento los ingresos de las explotaciones aragonesas y del Valle del Ebro respecto al cultivo convencional.
El estudio (llevado a cabo en 2020) ha demostrado que, “aunque la producción de almendra es menor en los sistemas de manejo con tratamientos orgánicos, se compensa con los precios (superiores en el producto ecológico frente al convencional)”.
Agro Cultívate recuerda que “la transición de la agricultura convencional a la ecológica es uno de los objetivos que persigue la Unión Europea, y tanto España como Aragón están trabajando para conseguir los objetivos marcados desde Bruselas hacia una agricultura más verde”.
E incide en las ventajas del cultivo orgánico: “Eficacia del uso de los recursos naturales y la economía circular (suelo, agua de lluvia y riego, fauna, microbiología y flora), la mejora sobre la gestión de fertilizantes orgánicos y químicos, la reducción del uso de productos fitosanitarios (plagas, enfermedades y malas hierbas) y su ayuda para minimizar la huella de carbono en las explotaciones agrícolas”.
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Decálogo del Ternasco de Aragón como “carne rosa”: sabor suave, homogéneo y equilibrado
El blog de la Indicación Geográfica Protegida (I.G.P.) Ternasco de Aragón continúa detallando el decálogo de la que se ha bautizado como “carne rosa”. Dice que “la carne de cordero Ternasco de Aragón es muy tierna y con un sabor suave y homogéneo, un sabor que resulta, por tanto, muy equilibrado”.
La I.G.P. Ternasco de Aragón diferencia esta carne de la del cordero lechal (cordero de menos de treinta días) y de la del pascual (cordero de más de ciento veinte días). Señala que “el lechal es demasiado suave y el pascual resulta más fuerte al paladar en comparación con el Ternasco de Aragón”.
Concluye: “El Ternasco de Aragón tiene un sabor suave pero con personalidad; es exquisito e inimitable por su tierna jugosidad”.