Así se ha manifestado en la presentación del primer dossier de cultivos extensivos de verano de Aragón, elaborado por la Red Arax (Red Aragonesa de Cultivos Extensivos y Leguminosas). Allí se ha afirmado que en esta última campaña se han superado las 85.000 hectáreas sembradas, con una producción cercana a las 900.000 toneladas (el 25 por ciento de la cosecha nacional).
Desde la Red Arax se afirma que “son unas cifras amparadas en los excelentes resultados de los maíces de primera siembra, que disfrutaron en el año pasado de una primavera lluviosa y un verano seco y caluroso, lo cual se tradujo en una floración y llenado de los granos excelente”.
El informe presentado abarca todos los ensayos varietales y de calidad que se han realizado desde el Centro de Transferencia Agroalimentaria (CTA); las Cooperativas SCLAB de Barbastro, Virgen de la Oliva de Ejea de los Caballeros, San Licer de Zuera, Los Monegros de Sariñena y CADEBRO de Casetas; y el Atria Arroceros de Huesca.
Jesús Abadías, responsable de innovación de Cooperativas Agro-alimentarias de Aragón, señala que “dentro de los extensivos de verano el maíz sigue siendo el más importante; la última cosecha ha sido buena en producciones, y los precios están acompañando, alcanzando estos días los 235 euros por tonelada, seguramente por los problemas que ha habido en países como Ucrania y Brasil (en unos mercados totalmente globalizados)”.
El maíz representa el 65 por ciento de la superficie de los cultivos extensivos de verano en Aragón. Es una “preponderancia que se ha consolidado en los últimos años gracias al incremento de las segundas siembras, después de otros cereales como las cebadas malteras”.
Jesús Abadías explica que “es una práctica que se afronta fundamentalmente en los regadíos a presión de la provincia de Huesca y Monegros Sur, bien amueblados y que permiten realizar sendas cosechas por hectárea y año; prácticamente la mitad del maíz que se produce en Aragón es de variedades de ciclo corto, en las que se han impuesto las semillas transgénicas resistentes al gusano del taladro”.
Miguel Gutiérrez, responsable de la unidad de cultivos herbáceos del Centro de Transferencia Agroalimentaria de Aragón, dice que “sabemos que en los maíces de segunda cosecha, de siembra tardía, el riesgo de las segundas generaciones de taladro y de las microtoxinas derivadas de esta plaga es mayor”.
Por ello, el Valle del Ebro es una de las pocas regiones del mundo donde conviven el maíz transgénico (con destino a pienso) y las variedades de consumo humano.
Miguel Gutiérrez remarca que “éstas últimas representan el 23 por ciento de toda la superficie de la comunidad, gracias a la implantación en el territorio de las empresas Liven Agro y Tereos; está claro que la rentabilidad económica no sólo se basa en la gestión de gastos e insumos sino que también hay que buscarla en cultivos de valor”.
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Los regantes de Bardenas inician la campaña “con cautela, por las bajas reservas de nieve y por no contar con Yesa recrecido”
El sistema de riego del canal de Bardenas inicia la campaña de este año “con cautela, debido a las bajas reservas de nieve y a que no se puede contar todavía con el embalse de Yesa recrecido”. La campaña de riego da comienzo este lunes, 17 de marzo de 2025.
Las reservas actuales permiten una dotación de riego de unos cuatro mil metros cúbicos por hectárea, también lejos de los nueve mil metros cúbicos, cifra que se considera la adecuada para unos regadíos consolidados.
“No hay cupos en el inicio de la campaña de riego y la reserva hídrica es del noventa y tres por ciento”; sin embargo, se apunta desde el canal de Bardenas, “la nieve de la cuenca del río Aragón suma sesenta y dos hectómetros cúbicos, lejos del promedio de los últimos cinco años, situado en ciento sesenta hectómetros cúbicos”.
Los regantes del canal de Bardenas señalan que, “mientras no se apruebe el proyecto modificado número cuatro para el recrecimiento del embalse de Yesa y no se finalicen las obras de regulación, la campaña de riego dependerá del tiempo y de la evolución de la nieve”.