El Gobierno de España, reunido en Consejo de Ministros, ha aprobado la reforma de la Ley de la Cadena Alimentaria, que en la práctica (según se apunta desde el Ministerio de Agricultura) va a suponer la desaparición de la venta a pérdidas y también que no haya promociones engañosas de productos.
En definitiva, lo que el Gobierno de España ha querido hacer es poner en un real decreto lo que está pidiendo el campo español, es decir, que los precios en origen estén por encima de los costes de producción.
Ello se va a realizar, dice el Ministerio de Agricultura, sin que haya repercusión al alza en los precios que tienen que pagar los consumidores en los establecimientos comerciales.
El ministro de Agricultura, Luis Planas, considera que era urgente tomar este tipo de medidas, resultado de un diálogo que se ha escenificado en 18 reuniones con distintos agentes de la cadena alimentaria.
Hay que recordar que esta reforma de la Ley de la Cadena Alimentaria llega tras varias semanas de movilizaciones agrarias en distintos puntos del país, convocadas por las organizaciones ASAJA, UPA y COAG (UAGA); en el caso de Aragón también convocadas por ARAGA.
Otras noticias
Aragón presenta el informe “Análisis de la ganadería extensiva”
Los consejeros de Agricultura y Presidencia del Gobierno de Aragón, Joaquín Olona y Mayte Pérez, se han desplazado a una explotación de ganado vacuno de raza pirenaica situada en Cedrillas (Teruel). Allí han dado datos incluidos en el informe “Análisis de la ganadería extensiva de Aragón”.
Los más destacables son los siguientes:
“El estudio determina que, de las 3.935 explotaciones de ganadería extensiva existentes en Aragón, el setenta por ciento se sitúan en zonas de montaña, fundamentalmente en las comarcas del Sobrarbe, Ribagorza y Jacetania. Estas explotaciones se caracterizan por tener un carácter netamente familiar, acreditando sus titulares una elevada profesionalidad (más del noventa por ciento de los ingresos de estas familias procede del sector agrario).
El informe pone de manifiesto que la renta de los ganaderos (diferencia entre ingresos y gastos) se sitúa en algo más de catorce mil euros al año. Y eso contando con que las ayudas medias que ya reciben este tipo de explotaciones alcanza en Aragón los treinta y dos mil euros al año. Más de la mitad de las ayudas públicas que reciben van directamente a cubrir los costes que no quedan resarcidos por la actividad ganadera. Esta diferencia se agrava todavía más en el caso de las explotaciones de ganadería extensiva situadas en zonas de montaña, donde, aun recibiendo una ayuda superior que alcanza los treinta y cinco mil euros al año, su renta final apenas supera los doce mil euros al año en determinados casos.
En cuanto a la edad de los ganaderos extensivos, sólo el diecinueve por ciento son menores de cuarenta años. Sin embargo, casi el setenta y tres por ciento de las explotaciones de titulares menores de cuarenta años se ubican en zonas de montaña.
Respecto a la evolución de censos, considerando la serie histórica (2013-2021), se constata un incremento en el caso de vacas nodrizas (diecisiete por ciento en la zona pirenaica, y sesenta y cinco por ciento en el resto de zonas de montaña). Sin embargo, en el caso de la ganadería de ovino, estas cifras son negativas, con una reducción del cinco por ciento en la zona pirenaica y del nueve por ciento en el resto de zonas de montaña”.