‘El escocés volante’, de Norrel Robertson, bodega invitada de Vignerons de Huesca

Los Vignerons de Huesca realizarán su panel de cata los días 20 y 21 de febrero en Aínsa (Huesca) con el fin de elegir su carta 2020. Este año la bodega invitada es “El escocés volante”, de Norrel Robertson. Y va a haber una novedad, dado que hay una preselección de cuatro bodegas aragonesas de las que saldrá la invitada de 2021.

En el panel de este año se catarán 42 vinos. 36 serán pertenecientes a los Vignerons de Huesca, 2 de Norrel Robertson, y 4 de otras tantas bodegas de Zaragoza y Teruel.

Javier Buil, promotor de Vignerons de Huesca, recuerda que “este proyecto, que cumple tres años, es una apuesta vitivinícola por las uvas autóctonas, por las personas, por los pueblos y por las tierras de Huesca”.

Incide en que “es una iniciativa que surgió para visibilizar y dar a conocer las bodegas pequeñas artesanales de esta provincia aragonesa, cuya característica común es la calidad de los vinos que elaboran”. 

El sello Vignerons de Huesca está formado por seis bodegas altoaragonesas: Edra (Ayerbe), Familia Estrada Palacio (Bespén), Clavería Barrabés (La Almunia de San Juan), Sers (Cofita), Alodia (Adahuesca) y El Vino del Desierto (Lanaja).

La nueva carta de Vignerons de Huesca se podrá encontrar en 60 establecimientos (10 tiendas gourmet y 50 restaurantes) de la provincia de Huesca.

La bodega invitada es este año “El escocés volante”, del Master of Wine Norrel Robertson, afincado en Calatayud (Zaragoza) y amante de la Garnacha. Presenta dos vinos al panel de cata, de los cuales será elegido uno.

Como novedad en esta edición hay una preselección de cuatro vinos de cuatro bodegas aragonesas, con filosofía vigneron, de cuya votación saldrá la invitada de 2021. Las elegidas han sido:

– Bodegas Ignius, de Javier Sanz, en Almonacid de la Sierra (Zaragoza).

– Bodegas Augusta Bilbilis, de José Antonio Ibarra, en Mara (Zaragoza).

– Bodegas Tierra del Maestrazgo, de Antonio Sisqués, en Mas de las Matas (Teruel).

– Bodegas FincariaVins–Irur, de Jaume Serra, en Arenys de Lledó (Teruel).

Javier Buil recuerda que “el concepto vignerons, a la hora de elegir una bodega, se basa en diferentes directrices que obligatoriamente han de cumplir, y todas ellas forman lo que llama la triple A: Agricultor, artesano y artista”.