La finca experimental de La Garcipollera, en la comarca altoaragonesa de la Jacetania, acogió este pasado martes, 7 de noviembre, una jornada informativa sobre la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE), organizada por el CITA de Aragón. Es una patología que afecta especialmente al ganado vacuno y que está sembrando una creciente preocupación en el sector por su incidencia y sus consecuencias.
El catedrático de la Universidad de Zaragoza Javier Lucientes disertaba sobre “Aspectos de la ecobiología de los vectores de la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica y su aplicación al control de la enfermedad”.
Incidía en las “dificultades para el control del contagio de esta enfermedad; en la actualidad este control se basa sólo en proteger a los rumiantes de la picadura de mosquitos Culicoides spp. infectados con el virus, pero estos mosquitos se encuentran adaptados a diversas condiciones climáticas (cálidas y frías), y tienen una alta persistencia en el medio”.
La asociación profesional de veterinarios especialistas en ganado vacuno (ANEMBE) ha manifestado su “preocupación por esta difícil lucha contra el vector de la enfermedad, que cursa con síntomas muy diversos (cojeras, úlceras en mucosas, diarreas, abortos, malformaciones fetales o debilidad en los neonatos,…)”.
Aboga, por ello, por el “desarrollo de una vacuna que permita inmunizar a los animales frente a los distintos serotipos circulantes del virus”.
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Los daños por las tormentas de septiembre podrían alcanzar el millón y medio de euros en el municipio turolense de Báguena
Los municipios de las comarcas del Jiloca, Campo de Daroca y Calatayud sufrieron en septiembre lluvias torrenciales, que causaron cuantiosos daños. Se pone el ejemplo del municipio turolense de Báguena, con precipitaciones que superaron los cuatrocientos litros por metro cuadrado. Los daños estimados se cifran en “seiscientos mil euros, si bien el montante global podría alcanzar el millón y medio de euros, al considerar pérdidas colaterales”.
Los agricultores y ganaderos de Báguena, en colaboración con las organizaciones agrarias ASAJA, UAGA-COAG y UPA, están evaluando el impacto en sus cultivos y explotaciones.
Realizan el siguiente análisis de la situación:
“Las cosechas de viña y alfalfa han sufrido pérdidas significativas. Además, muchas instalaciones ganaderas han quedado anegadas, obligando a los productores a buscar urgentemente nuevos refugios para sus animales. La incertidumbre sobre la recuperación de los cultivos y la viabilidad de sus explotaciones es palpable. El estado de los caminos de acceso a las fincas es igualmente preocupante, con una acumulación de grava y lodo que dificulta el tránsito. Muchos campos podrían resultar improductivos durante la campaña agrícola de 2025 debido a la imposibilidad de realizar labores agrícolas”.
Y hacen la siguiente solicitud:
“Ante esta grave situación, hemos hecho un llamado urgente a las autoridades, solicitando la intervención del Departamento de Agricultura del Gobierno de Aragón y de la Confederación Hidrográfica del Ebro para llevar a cabo la limpieza de cauces y ramblas, muchas de las cuales están obstruidas por los restos del incendio de 2022 y el material arrastrado por las recientes lluvias; sin una pronta intervención, tememos que futuras tormentas causen daños aún mayores”.