La actual edición digital de la Feria Ganadera, Industrial y Agroalimentaria SEPOR, en Lorca (Murcia), ha acogido una jornada técnica sobre “Presente y futuro del sector porcino en España: Reducción de emisiones, gestión y valorización sostenible de purines”. Allí ha participado María del Mar Abenza, CEO de Green CO2, que ha hablado de “Huella de carbono. Revolución del mercado ganadero”.
En esta sesión se ha hablado de la “necesidad de las empresas de medir la huella de carbono y analizar el ciclo de vida de su actividad para conocer el potencial contaminante, económico y energético de las explotaciones ganaderas, como instrumento esencial para mejorar la gestión ambiental”.
María del Mar Abenza destaca que “las grandes empresas internacionales y gobiernos de países (donde la ganadería tiene un gran peso en la economía) están desarrollando estrategias de investigación (principalmente alimentación, genética y gestión de residuos) para lograr neutralizar las emisiones a la vez que se mejora el rendimiento productivo”.
Afirma que “el objetivo común del sector va en pro de los objetivos marcados por la normativa internacional y la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, que verá la luz a principios de 2021 y que busca la neutralidad climática para España en 2050”.
María del Mar Abenza defiende que “calcular la huella de carbono y el ciclo de vida de las instalaciones se traducirá en una mejora del rendimiento y la eficiencia energética, con el consiguiente ahorro económico para las empresas”.
Ha expuesto algunos ejemplos, como el de una granja con más de 2.200 vacas de leche. En sus instalaciones hay una planta de biogás para gestionar el estiércol que generan.
Apunta que “a día de hoy generan más de 2,1 millones de metros cúbicos de biogás por año; la reducción de sus emisiones supera las 2.800 toneladas de CO2; y generan energía suficiente para abastecer 1.000 viviendas de cuatro personas durante todo un año”.
Otro de los ejemplos expuestos es el proyecto Clima, promovido por Agropecuaria La Serroral y desarrollado en la provincia de Ávila.
Su objetivo es la mejora en el tratamiento de purines porcinos, permitiendo la reducción del consumo de combustibles fósiles para el transporte y la distribución de purines en el campo.
María del Mar Abenza ha concluido asegurando que “el cálculo de la huella de carbono y su gestión es una oportunidad para que las empresas conozcan sus posibilidades de mejora (ambiental y económica), abriéndoles una oportunidad muy grande para diferenciarse e informar a sus consumidores de las medidas que toman para reducir su impacto en el entorno”.
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Es una de las frases del II Congreso Ibérico del Maíz, que tuvo lugar en Barbastro (Huesca) los días 23 y 24 de marzo. Estuvo organizado por la Asociación General de Productores de Maíz de España (AGPME) y la Asociación Nacional de Productores de Maíz y Sorgo de Portugal (ANPROMIS). Contó con la asistencia de unas seiscientas personas. El gran mensaje transmitido durante el Congreso fue “el de la fortaleza del sector del maíz”.
José Luis Romeo, presidente de la AGPME, habla de ir juntos España y Portugal, dado que “tenemos los mismos objetivos, los mismos intereses y un producto muy valioso; seguiremos trabajando juntos por la fuerza de este sector”.
Ángel Samper, secretario general de ASAJA Aragón, se mostraba desesperanzado con la situación actual de la agricultura y ganadería debido a la Política Agraria Común (PAC). Y se mostraba muy crítico con la palabra sostenibilidad: “Tenemos que desterrar la palabra sostenibilidad, porque la hemos mancillado; es necesario sustituirla por la palabra eficiencia medioambiental, social y económica”.
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