La Alianza por la Agricultura Sostenible (ALAS) y una decena de entidades del agro español suscriben el denominado Manifiesto por la Agrociencia, un documento con el que se quiere hacer un llamamiento a la administración pública para impulsar la agrociencia y la toma de decisiones con base en la evidencia científica, y todo ello ante la cantidad de retos que tiene este sector por delante.
El Manifiesto lanza una serie de propuestas concretas dirigidas “a las administraciones públicas, a nuestros representantes electos, a los agentes económicos y sociales, y a la sociedad en general”:
1. “Potenciar el papel del sector agrario como sumidero de carbono, facilitando a los agricultores la sostenibilidad de sus producciones”.
2. “Considerar la agricultura y la ganadería en España como un laboratorio europeo para el cambio climático por su mayor exposición a las consecuencias de este fenómeno. Para ello, el Manifiesto pide la creación de servicios de asesoramiento al sector para mejorar su capacidad de adaptación”.
3. “Flexibilizar el objetivo de reducción del 50 por ciento del uso y del riesgo de los productos fitosanitarios establecidos en las estrategias De la Granja a la Mesa y Biodiversidad 2030, de la Comisión Europea; y establecer unos plazos realistas y un marco regulatorio apropiado que permita acelerar la introducción de nuevas soluciones, incluidos productos fitosanitarios con menor impacto, como sustancias de bajo riesgo o biosoluciones. Para ello es necesaria la elaboración de un estudio de impacto basado en evidencias científico-técnicas que evalúe la viabilidad de la propuesta y sus consecuencias para el sector”.
4. “Poner en valor el papel que la tecnología y la digitalización desempeñan en toda la cadena de valor agroalimentaria y fomentar su desarrollo y adopción mediante una regulación concreta”.
5. “Establecer, como solicita también la comunidad científica, por parte de las autoridades europeas un marco regulatorio (basado en criterios científicos) proporcionado y razonable que permita a los agricultores utilizar las variedades mejor adaptadas a los desafíos fitosanitarios, competir en condiciones de igualdad y poner en valor los recientes avances en técnicas de edición genética, como los merecedores del Premio Nobel de Química en 2020, que dan lugar a nuevas y precisas herramientas para mejorar las plantas cultivadas, recuperar variedades tradicionales y generar otras nuevas que posibiliten sistemas de producción de alimentos abundantes y saludables, más sostenibles y resilientes”.
6. “Poner en valor la transformación que la ganadería y las organizaciones interprofesionales del sector en España han llevado a cabo para ir más allá de las exigencias europeas de bienestar animal, como el proyecto Compromiso Bienestar Animal, un esquema de certificación con los estándares más exigentes del mundo en este ámbito, y favorecer el acceso a innovaciones y desarrollos tecnológicos en ganadería y reconocer los beneficios del consumo de carne roja o elaborada dentro de una alimentación saludable equilibrada y variada”.
El documento ha sido impulsado por ALAS y cuenta con la adhesión inicial de ASAJA, la Asociación Española de Agricultura de Conservación Suelos Vivos (AEACSV), COAG, la Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas y Hortalizas (FEPEX), UPA, Cooperativas Agro-alimentarias de España, la Asociación Empresarial para la Protección de las Plantas (AEPLA), la Asociación Nacional de Obtentores Vegetales (ANOVE) y Foro Interalimentario.
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Los regantes de Bardenas inician la campaña “con cautela, por las bajas reservas de nieve y por no contar con Yesa recrecido”
El sistema de riego del canal de Bardenas inicia la campaña de este año “con cautela, debido a las bajas reservas de nieve y a que no se puede contar todavía con el embalse de Yesa recrecido”. La campaña de riego da comienzo este lunes, 17 de marzo de 2025.
Las reservas actuales permiten una dotación de riego de unos cuatro mil metros cúbicos por hectárea, también lejos de los nueve mil metros cúbicos, cifra que se considera la adecuada para unos regadíos consolidados.
“No hay cupos en el inicio de la campaña de riego y la reserva hídrica es del noventa y tres por ciento”; sin embargo, se apunta desde el canal de Bardenas, “la nieve de la cuenca del río Aragón suma sesenta y dos hectómetros cúbicos, lejos del promedio de los últimos cinco años, situado en ciento sesenta hectómetros cúbicos”.
Los regantes del canal de Bardenas señalan que, “mientras no se apruebe el proyecto modificado número cuatro para el recrecimiento del embalse de Yesa y no se finalicen las obras de regulación, la campaña de riego dependerá del tiempo y de la evolución de la nieve”.