El diferencial entre las exportaciones agroalimentarias españolas a Estados Unidos y las importaciones aumentó en el año 2020. El valor exportado a ese país se situó cerca de los 2.000 millones de euros (con un crecimiento interanual del 0,3 por ciento). Las importaciones fueron de unos 1.400 millones (con un decrecimiento interanual del 11 por ciento).
Son datos aportados por el Ministerio de Agricultura tras el encuentro celebrado días atrás en Florencia (Italia), durante la reunión de ministros de Agricultura del G-20, entre el ministro español Luis Planas y Thomas J. Vilsack, secretario de Agricultura de Estados Unidos.
Ambos dirigentes han coincidido en “la importancia de estrechar la cooperación en materia de investigación científica e innovación tecnológica, para avanzar hacia una mayor sostenibilidad de los sistemas agroalimentarios, en términos de seguridad, nutrición y competitividad”.
A este respecto, han valorado “la necesidad de defender en los distintos foros internacionales una transición hacia sistemas alimentarios sostenibles y saludables, que permitan cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y garanticen la capacidad productiva de agricultores y ganaderos”.
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Ganaderos de diversas regiones francesas visitan la Finca Experimental La Garcipollera
Un grupo de treinta ganaderos de diversas regiones francesas han visitado la Finca Experimental La Garcipollera, del CITA de Aragón, en una iniciativa del Sindicato Pyrénées Brune. Han podido comprobar de primera mano el trabajo de mejora llevado a cabo en la raza parda de montaña, así como con las otras razas de ganado vacuno y ovino presentes allí. El CITA de Aragón indica que la raza bruna es originaria de Suiza y que es la segunda raza en producción lechera tanto a nivel mundial como en Francia y España, fruto de la selección genética y hoy también genómica. Esta raza estuvo ampliamente distribuida en el Pirineo español hasta el abandono del ordeño a finales de los años noventa. El cambio de orientación hacia la producción de carne inició un proceso de selección que culminó con el reconocimiento de la parda de montaña como raza en 2002, y posteriormente como raza autóctona española. Los ganaderos franceses han podido conocer las similitudes y diferencias entre ambas razas y su manejo, así como los programas de mejora aplicados y sus resultados.