Un equipo de investigación aragonés, perteneciente a la Estación Experimental de Aula Dei (EEAD-CSIC), trabaja en la mejora genética del trigo panadero, con el objetivo de aumentar la eficiencia en su producción. El proyecto lleva por título “Inducción de la embriogénesis de la microspora en trigo panadero mediante la aplicación de compuestos biológicamente activos”.
Es desarrollado por el grupo de Biología de la Embriogénesis Gamética y Aplicaciones (BEGA-EEAD-CSIC), que está dirigido por las investigadoras Ana María Castillo y María Pilar Vallés, de la Estación Experimental de Aula Dei, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
La exposición que se realiza de este proyecto de investigación es la siguiente:
“Las plantas DH tienen un gran valor, ya que sus células tienen el número de cromosomas normal pero la información que contienen en los dos juegos de cromosomas es homogénea (plantas homocigóticas).
Por lo tanto, todas sus generaciones serán iguales y se podrán estudiar y seleccionar por su productividad en el campo, a lo largo de los años, de forma más eficaz.
Cuando se utilizan estas plantas DH en los programas de obtención de nuevas variedades, los procesos de selección se acortan y son más eficientes.
La selección de una variedad en trigo, que con técnicas tradicionales suele requerir de 10 a 12 años, con el uso de líneas DH se reduce a 6 años.
Las técnicas de producción de plantas DH son complejas y muy dependientes de las variedades o especies en la que se trabaja.
En el proyecto se plantean nuevas estrategias de producción de plantas DH mediante el tratamiento de las microsporas con unos compuestos biológicamente activos que provocan la alteración de la expresión de los genes sin modificar la secuencia de ADN.
Este proyecto, en el que colabora la Facultad de Ciencias de la Universidad de Navarra, está financiado por el Plan Estatal de Investigación Científica y Técnica y de Innovación de I+D+i orientada a los retos de la sociedad.
También cuenta con el apoyo de la empresa internacional de producción de semillas KWS SAAR SE andCo. KGaA”.
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La Denominación de Origen Cariñena prevé vendimiar cincuenta y seis millones de kilos de uva, un 3,3 por ciento más que en 2023
Las veintisiete bodegas de la Denominación de Origen Cariñena viven sus días de más trabajo. Se encuentran en las jornadas más intensas de la vendimia de 2024, en la que se prevé recoger unos cincuenta y seis millones de kilos de uva. Esta cifra supone aumentar un 3,3 por ciento la cantidad recolectada el año pasado. Sin embargo, estará por debajo de la media de los últimos diez años.
La Denominación de Origen Cariñena presenta el siguiente informe relativo a la campaña de vendimia actual:
“La temporada ha venido marcada por precipitaciones inferiores a la media durante todo el año y unos meses de julio y agosto muy cálidos, que adelantaron el inicio de la recogida. La bajada de temperaturas y lluvias desde finales de agosto han refrescado los viñedos y han retrasado la maduración de las variedades tintas, mejorando las primeras previsiones.
Los datos técnicos resaltan que las plantas no han presentado problemas de enfermedades y plagas; en particular, la totalidad de parcelas aplica la técnica biológica de la confusión sexual contra la polilla del racimo. La sanidad de la uva está calificada como muy buena, con excelentes condiciones de concentración de azúcares para la elaboración de las distintas clases de vinos”.
En la actualidad, la Denominación de Origen Cariñena abarca una superficie total de más de tres mil quinientas hectáreas, repartidas por dieciséis municipios. Suma más de mil trescientos viticultores. Un setenta y cinco por ciento de la superficie se vendimia de forma mecánica. La uva tinta más cultivada es la garnacha, seguida de la tempranillo y la cabernet sauvignon. Entre las uvas blancas, el primer lugar lo ocupa la macabeo.