La Comunidad General de Regantes de Bardenas II ha presentado al Ministerio de Agricultura el proyecto de modernización integral de 16.000 hectáreas de regadío en la Comunidad número V, con una inversión de algo más de 114 millones de euros. Bardenas II quiere conseguir fondos europeos del programa de recuperación, transformación y resiliencia.
Se ha cursado visita institucional este miércoles 31 de marzo, con el presidente de Aragón, Javier Lambán, a la cabeza. Se ha comprometido en Ejea de los Caballeros (Zaragoza) a dar apoyo y defender este proyecto.
Argumenta que “la modernización de regadíos es una de las políticas clave para hacerlos más eficientes y para mejorar la productividad y la renta agraria”.
PROYECTO DE MODERNIZACIÓN DEL REGADÍO DEL SASO, EN EJEA
Tras la reunión con la Comunidad de Regantes, Javier Lambán ha comprobado in situ el estado de obras de uno de los nueve proyectos de modernización integral de regadío aprobados en la comarca de las Cinco Villas en la convocatoria de 2018.
Concretamente, ha visitado el del Monte Saso, en los sectores XXX y XXXI. Allí las obras están ya prácticamente acabadas.
Este proyecto supone la modernización integral de 222 hectáreas, aunque la actuación beneficia a un total de 1.203 hectáreas.
Un total de 24 regantes son los beneficiarios y las obras han supuesto una inversión de 4 millones de euros.
OBRAS DE CREACIÓN DE REGADÍO DEL SECTOR X-XI
En el ámbito de la creación de nuevos regadíos en el Sector Bardenas II, en 2018 también se aprobaron dos proyectos que han permitido desbloquear la conclusión de los trabajos en sectores de la zona de interés nacional. Se trata de obras en el Sector X-XI, en Ejea; y en el Sector XVII, en Tauste (Zaragoza).
Pese a que estos proyectos tenían un plazo máximo de 5 años para la ejecución y entrada en funcionamiento de las obras, las del sector X-XI están ya prácticamente terminadas. Del mismo modo, las del XVII se encuentran también en una fase muy avanzada de ejecución.
En total son 132 los agricultores beneficiarios y 3.456 hectáreas las que entrarán en riego una vez ejecutadas estas dos obras, con una inversión de 23,3 millones de euros.
PROYECTO EN EL SECTOR X-XI
La visita institucional ha llegado a las obras en el Sector X-XI, que beneficiará a 21 regantes, afecta a 1.040 hectáreas y tiene un presupuesto que asciende a algo más de 6 millones de euros.
La obra ha consistido en conectar en una de las tuberías de llenado del Embalse de Laverné, aguas arriba de la instalación de turbinado en la base de la presa, y desde esa toma se abastece a todas las parcelas del sector X incluidas en este proyecto, así como las parcelas del Sector XI.
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Editorial de UPA: “Se nos acaba el tiempo”
UPA firma un nuevo artículo, que lleva por título “Se nos acaba el tiempo”. Aparece publicado en el número 293 de la revista “La tierra de la agricultura y la ganadería”, de la que la propia UPA es la editora. Dice así:
“Por supuesto que siempre ha habido sequías, incluso prolongadas durante varios años, calificadas siempre como históricas desde que hay registros. Por supuesto que los agricultores y ganaderos españoles estamos más que habituados, probablemente como ningunos en Europa, a sufrir la dureza extrema de los fenómenos climáticos de todo tipo. Por algo, con todas sus carencias y defectos, tenemos el mejor sistema de seguros agrarios de la Unión Europea.
Pero hace tiempo, mucho tiempo, que los problemas puntuales con las alarmas climáticas, como la grave sequía de este año, no hacen sino advertirnos de que nos enfrentamos a una situación inédita. Se observa un cambio en el comportamiento del clima provocado por nosotros, los seres humanos, con un desarrollo de actividades de doble cara: por una, nos ha ayudado a progresar y mejorar; y, por otra, ha generado agresiones terribles a la sostenibilidad medioambiental.
En definitiva, que la sequía que estamos sufriendo en España es histórica, sin duda, y que supone un enorme perjuicio a todos los sectores agrícolas y ganaderos; y por extensión al conjunto de la sociedad, porque a veces se olvida que de nuestros cultivos y nuestro ganado depende la alimentación sostenible y a precios justos de toda la población, en España, y en buena parte de Europa y el resto del mundo, que por algo somos una potencia exportadora de alimentos.
También es de valorar y agradecer la rapidez con la que se ha gestionado desde el Gobierno la puesta en marcha de ayudas directas, con prioridad para la agricultura familiar, presionando a su vez a las comunidades autónomas para que actúen en consecuencia.
Todo esto está muy bien. El problema es que estamos hablando de algo mucho más grave, que amenaza nuestro futuro y es necesario actuar ¡ya! con el horizonte en el futuro, en las nuevas sequías por venir, las olas de calor, las lluvias torrenciales que destrozan todo a su paso. En resumen, se ha acabado el tiempo de hablar del cambio climático para actuar sobre el terreno en la adecuación y mitigación, como venimos defendiendo en UPA con nuestros programas sobre la materia.
Hay que actuar sobre los planes hidrológicos, las inversiones en mejora de los actuales y puesta en marcha de nuevos sistemas de regadío más eficientes. Hay que aprovechar todas las oportunidades que ofrecen los progresos tecnológicos, que son muchos y vendrán más, para sacar el máximo rendimiento a cada gota de agua. Hay que acabar con la especulación y los usos indebidos, y aplicar criterios sociales y solidarios entre territorios para que nadie se quede fuera del acceso al agua imprescindible para producir alimentos.
Y todos, desde dentro del sector, las instituciones y lo que antes se denominaba opinión pública, debemos trabajar para evitar que se consoliden falsas verdades en torno al derroche de agua en el campo, al supuesto despilfarro de los regadíos o a la inconveniencia de producir alimentos para la ganadería.
Sólo desde una visión responsable y realista seremos capaces, en definitiva, de dejar de hablar de sequía en cuanto caen cuatro gotas y la ilusión óptica del asfalto mojado durante un rato hace creer que en el campo somos muy exagerados. Estamos ante una tremenda encrucijada, que sí que es histórica, y de nuestra capacidad de respuesta sostenida en el tiempo depende, sin duda, el camino a recorrer en el futuro”.